Uno de los temas para los que la población en general reacciona con inmediatez es cuando se habla de niños. Y si los niños son vulnerables por cuestiones de salud, la sociedad se sensibiliza aún más.El lunes 16 de enero se viralizó en los medios un crimen que indignó a los mexicanos, particularmente a los habitantes del estado de Veracruz: los niños enfermos de cáncer recibieron un “tratamiento” con agua destilada en lugar del medicamento necesario para las quimioterapias.Esto fue revelado por el actual gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, quien ofreció una conferencia de prensa para dar a conocer una investigación realizada por un laboratorio, del cual no se sabe nada. Yunes, del conservador Partido Acción Nacional y declarado enemigo de Duarte desde hace años, reveló que la Secretaría de Salud de Estado suministraba medicamentos clonados para el tratamiento de niños con cáncer.
“Eso nos parece un un pecado brutal”, dijo Yunes. “Es un atentado contra la vida de los niños”. Sus palabras fueron sustentadas sólo por su indignación. Y es que, el nuevo gobernador no ofreció pruebas, no reveló el nombre del laboratorio encargado de hacer esta investigación. Nada. Sólo reconoció que el estudio aún no está concluido pero en cuanto tenga los resultados finales procederá a realizar las denuncias legales correspondientes.El caso no es nuevo, pues esto sucede desde el 2010, cuando el gobernador de esa entidad era Fidel Herrera, personaje que ha sido señalado por corrupción y vínculos con bandas de criminales y narcotraficantes en 2013 tuvo el “honor” de estar en el top ten de las personas más corruptas de México.En 2010, una enfermera del Instituto Estatal de Oncología reportó que un frasco de Avastin (medicamento utilizado para el tratamiento del cáncer) tenía impurezas. Un mes después de su reporte, la Secretaría de Salud Estatal pidió a la farmacéutica suiza Roche que analizara el medicamento. Noventa días más tarde, Roche concluyó que el frasco reportado no había salido de su empresa ni distribuidora, porque era un medicamento falso.La empresa encargada de surtir medicamentos a los hospitales del estado era Especialidades Médicas del Sureste, propiedad del diputado federal Jorge Carvallo Delfín, el cual presuntamente está siendo investigado por la Procuraduría General de la República.El caso se quedó en el limbo durante varios años, pero los rumores crecieron sin hacer mucho eco. En septiembre del 2016, la directora del Instituto Estatal de Oncología, Patricia López Pretelín declaró que las acusaciones carecían de sustento y sólo se trataba de un “golpeteo político” y negó categóricamente que el hospital utilizara medicamentos falsos o clonados.
Ahora la polémica vuelve a revivir y además de la grave situación del uso de agua destilada en lugar de medicamentos, se suma el de pruebas para detectar VIH inservibles.El nombre de Javier Duarte bien podría incluirse como sinónimo de crimen, corrupción y cinismo debido a todo el dinero del erario que robó mientras fue gobernador de Veracruz y pregonaba en medios ser una persona “honesta”. Además lo acecha la sombra de los casos de asesinatos a periodistas locales que ocurrieron durante su gubernatura y que curiosamente se encontraban dando cobertura a alguno de sus tantos escándalos políticos.
Duarte lo sabe, no por nada se encuentra prófugo de la justicia desde el 12 de octubre del 2016, cuando pidió licencia para abandonar su cargo como gobernador. Aún con fuero, muchas versiones coinciden en que Duarte huyó del país y seguramente ahora se encuentra viviendo tranquilo y despreocupado con los tantos millones de pesos que robó al estado de Veracruz.Para nadie es un secreto: Javier Duarte es un ladrón.No sería una sorpresa que, si los estudios, las investigaciones y la pruebas demuestran que las acusaciones son ciertas, el culpable sería Duarte y su gente cercana. Repito: en el caso de ser cierto.Pero lo que sí es un hecho es que Miguel Ángel Yunes es un político muy astuto, el cual quiere recobrar la confianza de los ciudadanos, los cuales aún permanecen escépticos después de vivir dos periodos gubernamentales de terror encabezados por Fidel Herrera y Duarte.Un político que se une a la indignación de sus gobernados resulta ser muy llamativo. La empatía gana votos. Javier Duarte es el enemigo en común y, al encontrarse “desaparecido” es fácil adjudicarle más y más crímenes sin que él tenga oportunidad de refutarlos.
“Haz fama y échate a dormir”, reza el dicho popular mexicano. ¡Y Duarte vaya que tiene fama de ser capaz de hacer algo así!.. y muchas cosas más, que seguro saldrán a la luz conforme pase el tiempo. Lo importante ahora será vigilar las investigaciones, comprobar la veracidad y exigirle a Yunes que actúe en conjunto con el Gobierno Federal para dar con los responsables.
Si los hospitales operaban con medicamentos falsos, no es culpa exclusiva de Herrera ni de Duarte; ellos no estaban en los cuartos de los nosocomios ni tampoco supervisaban a los doctores. Tampoco eran ellos quienes transportaban las cajas de medicamento ni mucho menos las elaboraban.
Hay toda una cadena de responsabilidades que debe desenmarañarse para que, en caso de que las acusaciones de Yunes sean ciertas, paguen por el grave delito que cometieron.
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