Las autoridades brasileñas enfrentan el peor brote de fiebre amarilla de las últimas décadas, la cual ya provocó la muerte de 40 personas en menos de un mes. En los últimos doce días el Ministerio de Salud ha confirmado más de 70 casos en los estados de Bahía, Espirito Santo, São Paulo y Minas Gerais.
Este jueves el gobierno de Brasil anunció la compra de 11.5 millones de vacunas adicionales a las que se adquieren cada año para evitar que este brote se transforme en una epidemia aún más difícil de controlar.
Las cifras de casos y muertes son alarmantes debido a que en todo el 2016 tan sólo se registraron siete casos de personas enfermas, de las cuales cinco perdieron la vida. Además de los casos confirmados de fiebre amarilla, las autoridades investigan a cientos de personas más que podrían estar contagiadas.Aunque todo el país se encuentra en estado de alerta, el estado de Minas Gerais decretó estado de emergencia durante 180 días; en esa entidad se han diagnosticado 69 casos de fiebre amarilla en lo que va del año, de los cuales 38 terminaron en la muerte de las víctimas, según informó el Ministerio de Salud en un comunicado emitido el miércoles 25 de enero.Hasta antes del 2017, el último caso de fiebre amarilla registrado en Mina Gerais fue hace ocho años; desde el año 2000 no había un brote de esta enfermedad de una magnitud similar al de la actualidad. En esa ocasión murieron 85 personas durante todo el año.
La fiebre amarilla es una enfermedad catalogada por la Organización Mundial de la Salud como potencialmente letal que se contagia por la picadura de un mosquito infectado con el virus y no se transmite de humano a humano.
La mayoría de las personas que padecen esta enfermedad se recupera después de la primera fase de infección, la cual suele causar fiebre, dolores musculares, de espalda, de cabeza, escalofríos, pérdida de apetito, náuseas y vómitos.Sin embargo, un 15 por ciento de las personas infectadas con el virus de la fiebre amarilla tienden a experimentar una segunda fase, la cual incluye fiebres altas, hemorragias e incapacidad renal progresiva.
Según información de la OMS, la mitad de las personas que entran a esta segunda fase de infección mueren en un periodo de 10 a 14 días.
*
Podría interesarte:
Primera vacuna contra el dengue en México.
Mosquitos transgénicos: los soldados que combatirán el zika en Estados Unidos.