Acercarse a un juez no es siempre la primera alternativa que tiene la ciudadanía mexicana cuando de encontrar una solución a un caso se trata. La confianza no es un concepto que esté directamente asociado con la justicia nacional y menos cuando se dan a conocer noticias como esta.
Algunos de los más de dos mil aspirantes a ser jueces federales, presuntamente robaron y compraron exámenes pertenecientes a un concurso interno organizado por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), acción que ya es investigada por las autoridades correspondientes. «Actuaremos con toda la contundencia y llegaremos hasta las últimas consecuencias», indicó a través de un comunicado el organismo encargado de la vigilancia de jueces y magistrados.
La primera etapa del concurso se realizó de manera normal, sin embargo, fue en la segunda en donde funcionarios del CJF, se dieron cuenta que distintas hojas de los exámenes fueron sustraídas desde la primera fase. Debido a esto, el Pleno del CJF, decidió anular la realización de este concurso, demostrando que la corrupción e ilegalidad están presentes en las esferas en las que no deberían ejercerse este par de conceptos.
El concurso fue cancelado debido a la corrupción que detectar la compra-venta de exámenes. (Foto: Animal Político)
La corrupción está íntimamente relacionada con la justicia en México y quedó demostrado con quienes apenas aspiran a ocupar una plaza de juez federal en el Consejo de la Judicatura Federal. Varios de los 2,602 aspirantes a jueces federales robaron y vendieron exámenes del Concurso Interno de Oposición para la Designación de Jueces de Distrito. Por acciones como esta es que la ciudadanía prefiere solucionar de manera alternativa sus problemas antes de acudir con un juez porque lo que menos encuentran es legalidad o justicia.
En una encuesta realizada por Animal Político en agosto del 2016, el 60 por ciento de los entrevistados reveló que la corrupción aumentaría al siguiente año. Seguramente ese porcentaje aumentó para estas fechas y seguirá en ascenso tras darse a conocer el robo y la presunta venta de exámenes a aspirantes a jueces federales.
Por acciones como esta es que la gente tiene desconfianza al acercarse a un juez. (Foto: El Heraldo)
El concurso, en su vigésima octava edición, fue anulado tras presentarse un informe elaborado por el director del Instituto de la Judicatura Federal, quien se percató de los exámenes robados. La cancelación, dicen las autoridades del CJF, es preferible antes de poner en duda la transparencia tanto de la prueba como de la Judicatura.
Aunque quizá no es la mejor manera de generar confianza en la ciudadanía, el Consejo prefirió hacer este hecho público para que los mexicanos se percataran de la transparencia con la que tratan de operar los jueces federales.
Confianza es lo que sigue faltando en los habitantes de nuestro país hacia jueces y magistrados y tras la investigación en la que «podría haber indicios de un lucro con los reactivos sustraídos ilegalmente», de acuerdo al CJF, el cual, sentenció en dicho comunicado que «están comprometidos con la transparencia y así dejan constancia de que el hecho no será omiso ante posibles conductas ilegales».
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