Tres sujetos aprovecharon una situación desafortunada para saciar sus frustraciones y dejar al descubierto que el machismo es una forma de pensar que domina la vida de muchos hombres argentinos.
Marisela Pozo tenía 27 años y el 17 de marzo del 2016 salió de su hogar en estado delirante. Necesitaba ayuda; caminó descalza cerca de un kilómetro hasta que encontró un pequeño negocio en la localidad de Laferrere, en la periferia de Buenos Aires, capital de Argentina.
Nadie abría. La joven rompió uno de los vidrios del local y entonces fue que apareció el dueño del negocio. “Vos sos loquita”, le dijo el hombre. “Yo te voy a curar”. No se trataba de una oferta para socorrerla, al contrario. Esas palabras fueron la sentencia de muerte para Marisela.
Dos vecinos del dueño del local salieron y se unieron a él para golpear a la mujer. Patadas y golpes con los puños fueron el comienzo de su cruel tortura; después comenzaron a atacarla con palos y barras de hierro hasta que le provocaron graves heridas en todo el cuerpo, principalmente en las piernas y la espalda.
Todo quedó registrado en videos que grabaron algunos testigos, mismos que no hicieron nada para defender a la joven. La ataron a un árbol y después la tiraron cerca de unas vías del tren. La mujer estaba ensangrentada, inconsciente y no podía levantarse.
https://www.youtube.com/watch?v=9bXgJVX3hB4
*Video vía Infobae.
Así lo reveló una reconstrucción de los hechos basada en los videos y testimonios recogidos por Matías Bernal, abogado de los familiares de la víctima. Hasta ese lugar llegaron los servicios de emergencia y Marisela fue trasladada de urgencia a un hospital, en el cual murió tres días después de los hechos. Su cuerpo no pudo resistir la gravedad de las heridas, la inexplicable furia de sus agresores.
A pesar de esto, la justicia de Argentina determinó que los tres feminicidas mataron a Marisela Pozo “sin querer”, por lo tanto su condena será por el cargo de “homicidio preterintencional”. Esto consiguió que el fiscal Carlos Alfredo Luppino y los abogados de los asesinos acordaran un juicio abreviado que dejó como resultado una condena de un año de prisión en suspenso para los tres, situación que los libra de entrar a la cárcel.
“La tuvieron atada en un árbol, le pegaron y la tiraron al costado de las vías, si no la quisieron matar, ¿qué quisieron hacerle?”, cuestionó Bernal en entrevista para El País. “Es vergonzoso, no puedo creer cómo el fiscal pudo hacer un acuerdo de este tipo. Se está dejando impune su homicidio. […] Tres asesinos están en libertad porque un fiscal se le ocurrió hacer este horror”.
Las razones por las cuales la justicia argentina calificó este caso como “homicidio preterintencional” fueron que, según lo que observaron e investigaron, los agresores no golpearon a Marisela Pozo en “zonas vitales” y por lo tanto, no hay forma de comprobar que tuvieran intenciones de matarla.
“Esto demuestra la poca perspectiva de género que tiene la Justicia argentina”, sentenció el abogado Bernal. “Marisela medía 1,60 m, ellos eran tres y grandotes, si hubiese sido hombre, ¿le habrían pegado así? No, la mataron por ser mujer”.
Argentina vive una crisis de feminicidios; según datos de la Corte Suprema de Justicia, cada 30 horas una mujer es asesinada en ese país. Desde hace tres años, la sociedad realiza movilizaciones para exigir que se ponga un alto a la violencia machista y una de las principales peticiones es que el gobierno capacite a los encargado de impartir justicia para que tengan una perspectiva de género más amplia y se castigue de forma correcta a los feminicidas y agresores de mujeres.
*
Podría interesarte:
El grito al desnudo de 100 mujeres que piden no más feminicidios en Argentina
¿Quién fue Karla Pontigo y por qué su feminicidio no ha sido resuelto?
Feminicidio de activista desata indignación en Argentina