Eran los mejores amigos y en las redes sociales quedaron constancias de ello; fotografías juntos compartiendo momentos importantes, publicaciones que expresaban apoyo, cariño, lealtad y comprensión, y otras tantas que evidenciaban la existencia de chistes que sólo ellos podían entender.
Parecían ser inseparables, pero algo ocurrió entre ambos que terminó por cortar de tajo con la relación de amistad que lucía sólida e inquebrantable; una mujer llegó a la vida de Alex Pititto y se convirtió en la persona que ocupó un gran espacio de su vida y corazón.
Ella no fue culpable de nada; la amistad entre Pititto y Francesco siguió y la novia del primero logró congeniar con la relación de ambos, pero en la cabeza de Alex poco a poco una marea de emociones inundaban sus pensamientos y sacaban a flote sus inseguridades.
Francesco se comenzó a llevar bien con la novia de su mejor amigo y en Facebook intercambiaban mensajes, comentarios y publicaciones, comenzaron a crear una buena amistad mientras Alex era carcomido por los celos.
Un día la novia de Pititto decidió actualizar su fotografía de perfil y Francesco le dejó un “like”, como a cualquier otro individuo, como pasa cada segundo en esa red social. Eso terminó de explotar la rabia de Alex y decidió terminar de una vez por todas con la relación que los unía.
No le dijo nada, sólo lo llamó para pedirle que se vieran. No le dijo para qué ni le advirtió que había un tema importante que debían discutir; se quedaron de ver a las afueras de la ciudad de Mileto, en la región Calabria de Italia, específicamente en un campo de olivos que suele ser el escenario ideal para tomar un respiro del caos cotidiano.
Ambos amigos llegaron a la cita puntuales, pero no hubo saludo ni intercambio de palabras. Alex Pititto sacó una pistola y con tres balazos terminó con la relación de amistad y con la vida de Francesco. Un like y los celos de un hombre fueron los protagonistas de esta tragedia.
Pero, ¿quién es Alex Pititto, cómo consiguió un arma y por qué tuvo esa forma de reaccionar?
Las respuestas son más sencillas de lo que podría parecer; Alex es hijo Salvatore Pititto, conocido como “el Tío” en el mundo de la mafia italiana, específicamente dentro del grupo de los “Ndrangheta”. Su familia, empezando desde el abuelo, tiene un largo historial dentro del tráfico de cocaína llevada a Italia desde Sudamérica.
La pistola estaba dentro de su casa y la reacción que tuvo es un síntoma común en los “juniors” de mafiosos. Son jóvenes que no temen presumir los lujos que tienen obtenidos con recursos ilegales, además de mostrarse en redes sociales portando armas y tratando de hacerse de la misma fama que sus antecesores.
Las nuevas generaciones de la mafia crecieron siendo testigos de la impunidad con la que operaban sus familiares y quieren seguir viviendo de la misma forma y la gran mayoría de los “babycapos”, como los apodan en Italia, lo consiguen. Pero este no es el caso de Alex; él fue detenido y las autoridades italianas lo juzgarán por asesinato. El asesinato de su mejor amigo.
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