Como buen narcotraficante, a Felipe de Jesús Pérez Luna no podía faltarle su corrido, pero tampoco una vida llena de peligro que hacía más llevadera con grandes casas y algunos automóviles de lujo.
El cantante grupero Javier Reyes, apodado “El príncipe del corrido”, le compuso su canción a “El Ojos” en 2015, por lo que este le prestó un Mercedes-Benz y un BMW-Z4 de dos plazas y convertible para grabar un video.
En la canción “El señor de los cielos”, estos dos vehículos se lucen junto a una camioneta Suburban con todo y placas, un error que permitió a las autoridades rastrear actividades del delincuente recién abatido en Tláhuac.
El videoclip de “El príncipe del corrido”, donde frente a la cámara presume una pistola dorada, se grabó también en Tláhuac, en la Hacienda Rancho Los Laureles, ubicada en el pueblo de San Francisco Tlaltenco.
https://www.youtube.com/watch?v=WeSy_MBtJfc
Felipe de Jesús Pérez Luna, “El Ojos”, murió a los 48 años de edad y jamás pisó la cárcel. Pese a su historial de violencia, secuestros y extorsiones, en su barrio la gente no lo consideraba un delincuente.
Mientras, el delegado de Tláhuac reapareció. Ya dio entrevistas en las que minimizó la presencia de “El Ojos” en las calles de la demarcación que gobierna, porque dice que el problema que tienen es de adictos y no de narcos.
La organización delictiva del Ojos abarca el sur del la capital, como Milpa Alta, Xochimilco, Iztapalapa y Ciudad Universitaria, que a su vez tiene nexos con dos cárteles: el de la Familia Michoacana y los Beltrán Leyva.
*Fuente: El Heraldo de México.
Rigoberto Salgado Vázquez, quien llegó a la jefatura delegacional arropado por el partido Morena, considera que están exagerando todo este tema porque no hay narcomenudistas en Tláhuac.
Fue tajante y aseguró que no conoció al narcotraficante abatido por la Marina, pese a que la Procuraduría General de la República (PGR) filtró que investiga si su campaña para delegado se la financió “El Ojos”.
Tan sólo por la venta de droga en el campus más importante de la UNAM, Ciudad Universitaria, la ganancia diaria del Cártel de Tláhuac casi alcanzaba el medio millón de pesos.
El imperio de este criminal fue apoderarse de al menos 5 mil mototaxistas (de 15 mil unidades que hay), repartidos en los siete barrios de Tláhuac. Por 2 mil pesos al mes le servían de informantes y para distribuir cocaína, piedra y mariguana.
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