Una cadena humana de al menos 80 personas se formó en una playa de Panama City, al noreste de Florida, para salvar a una familia de nueve integrantes que estaba a punto de morir ahogada en medio de un remolino provocado por la corriente marina. El rescate se llevó a cabo durante el fin de semana, pero las historia y fotografías empezaron a circular hasta este martes.
La familia, conformada entre otros por dos niños y una mujer mayor de edad, empezó a gritar y a agitar los brazos para llamar la atención de los bañistas que estaban en la orilla de la playa y que pidieran auxilio. Pero ellos decidieron tomar pedidas ellos solos, pues “no iban a permitir que alguien muriera ese día”.
Poco a poco, un grupo de al menos 80 personas fue formando una cadena humana hasta alcanzar a la familia para poder regresarlos sanos y salvos a la arena, quien no logró escapar de la corriente y quedó atrapada a unos 90 metros de la orilla.
Roberta Ursrey, la madre de familia, contó a los medios locales que ese día habían ido a nadar a la playa su esposo, su madre, sus hijos y sus nietos. Ella se sintió mal y decidió salir del agua. Poco tiempo después, se dio cuenta de que sus hijos estaban más lejos del lugar en donde los había dejado y pudo escuchar que le gritaban que estaban atrapados, que no podían regresar.
Entonces ella fue a su rescate, a pesar de las advertencias de que también podría quedar atrapada. Y así fue, ella y otras cinco personas que iban al rescate quedaban imposibilitadas para salir del agua. Finalmente, vio como las personas empezaron a agarrarse de los brazos, formando una cadena humana y fueron rescatando uno por uno a la familia, que Roberta pensó iba a perder ese día.
Uno de los que ayudó al rescate, Rosalind Beckton (quien difundió las fotos que logró capturar con sus teléfono celular), dice ser testigo de “unos héroes reales, las personas que tuvieron el corazón para arriesgar sus vidas y salvar a una familia”.
De acuerdo con Panama City News Herald, una pareja de bañistas inició la cadena, Jessica Simmons y su esposo, quienes, mientras estaban a la espera de una lancha de rescate, empezaron a convocar a más personas para que se formara la cadena humana y mientras Simmons llegaba hasta la familia en una tabla de surf.
Simmons se dijo a sí misma: “Esta gente no se va a ahogar hoy. No va a suceder. Vamos a sacarlos del agua”.
Finalmente, una hora después de formar la cadena e iniciar las labores de rescate, la familia completa y todos los que habían quedado atrapados al intentar rescatarlos ya se encontraba a salvo en la orilla. Tres miembros tuvieron que ser trasladados al hospital para recibir más atenciones médicas, sin embargo, únicamente la madre de Ursrey permanece bajo observación, ya que con toda la presión del momento sufrió un ataque cardíaco.
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