Un estudio del Foro Económico Mundial, realizado en 29 países, reveló que la brecha de género está lejos de ser erradicada. Un hombre y una mujer no ganan la misma cantidad de dinero por el mismo trabajo y todo es culpa del género de la persona.
El Informe Global de la Brecha de Género se publicó la semana pasada y provocó revuelo por sus conclusiones. A pesar de que los movimientos para combatir las diferencias y el impulso de varias organizaciones no gubernamentales para que se castigue a las empresas que lo fomentan, los datos no son para nada alentadores.
Las mujeres mexicanas tienen que trabajar, en promedio, poco más de 28 minutos al día para ganar el mismo salario que gana un hombre. Es decir, si ambos trabajaran la misma cantidad de tiempo, las mujeres obtendrían menos dinero por el simple hecho de pertenecer al sexo femenino.
El dato “positivo” para México es que se encuentra debajo de la media entre los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), de donde se retomaron los datos. La media en el mundo es de 52 minutos.
Alemania es el país que tiene la grieta más pequeña. Las mujeres tienen que trabajar cinco minutos más para emparejar a los hombres.
Dos países, India y Portugal, resaltan en el estudio por sus resultados negativos: las mujeres deben trabajar más de 90 minutos al día para ganar lo mismo que los hombres.
En seis países son los hombres quienes deben trabajar más tiempo: Japón, Suecia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Noruega y Holanda.
Además, el estudio reveló otro dato que contrasta con la narrativa mediática: 2016 ha sido el peor año en los últimos ocho en el combate contra la brecha de género. Eso quiere decir que los gobiernos, a pesar de que reconocen el problema, no han aplicado ninguna de las propuestas para reducir la grieta.
Según el estudio, los hombres todavía superan a las mujeres en el sector de trabajo remunerado en un 34 %. Las mujeres siguen siendo las principales trabajadoras no remuneradas. Esto se da sobre todo porque cumplen con el rol de amas de casa y el cuidado de los hijos, actividades que consumen la mayoría de su tiempo y por el cual no reciben un salario.
Una de las primeras soluciones, según la conclusión del estudio, es cerrar la brecha en el permiso de maternidad y paternidad. Los países más desiguales también son los que presentan una diferencia sustancial (más de 20 días de diferencia para las madres que para los padres) en las prestaciones de hombres y mujeres.
*Con información de: BBC, Expansión, Euronews.