Alguna vez en una fiesta o encuentro para compartir bebidas, alguno de los amigos o amigas dijo “esta cerveza sabe a orines”, pues una cervecería escuchó ese comentario para hacer realidad el sabor a flujos dorados. Por alguna razón, la empresa de cerveza danesa Norrebro Bryghus solicitó al personal de los sanitarios móviles del festival Roskilde que les regalaran los 50 mil litros de orina humana que iban a tirar, para que ellos la reutilizaran y prepararan el Frankenstein de las bebidas embriagantes, hablamos de la botella Pisner.
El Roskilde es uno de los festivales de música más importantes en el norte de Europa, anualmente recibe a unas 100 mil almas que buscan una propuesta musical diferente para llenar sus oídos de música y el cuerpo de cerveza, para después desecharla en los sanitarios móviles que algunos hombres valientes frecuentan, y las mujeres prefieren aguantarse hasta llegar a casa. Los visionarios empresarios de Norrebro Bryghus aprovecharon a la multitud y vieron una oportunidad única para volver a usar los mares amarillos para convertirlos en una idea “millonaria”.
La orina fue llevaba a sus campos de cebada para llenar 60 mil botellas a través de un método que ellos llaman “beercycling” o “reciclaje de cerveza”, al usar los litros de orina como fertilizante natural para rociar los campos de cebada, por lo tanto, no es exactamente una clase de “orinoterapia” lo que te toca beber en una botella de Pisner; así que cuando la compres no le darás un trago directamente a ningún residuo humano o “agüita amarilla” como la canción de los Toreros Muertos.
Lo que hicieron específicamente los daneses fue rociar los campos de cebada o malta que son utilizados para la creación del brebaje, de hecho, las personas que asistentes al festival Roskilde sabían que estaban reciclando líquidos, en los mingitorios había un póster en el que se podía leer “Don’t waste your piss. Danish farmers can turn ir into beer again / No malgastes tu pís. Granjeros daneses pueden convertirlo en cerveza de nuevo”.
Cerca de 60 mil botellas de Pisner se venden en Dinamarca, pero sus creadores dicen que tiene un sabor ligero y refrescante. Por su parte, Henrik Vang, director ejecutivo de la cervecera Norrebro Bryghus que muchas personas se le acercaron para preguntarle por qué estaba poniendo orines directamente a las botellas, lo cual le generó una tremenda risa. Él aseguró que la razón para crear una bebida tan exótica fue por la necesidad de crear una cervecería artesanal mediante procesos orgánicos y que cuidara a la naturaleza, por lo tanto, pensó junto a sus socios hacer algo apegado al reciclaje.
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