Los océanos se extinguen lentamente: el ser humano se ha empeñado en contaminarlos, derramar su petróleo sobre ellos y extraer de sus aguas a todas las especies marinas posibles.
Como mecanismo para salvarlos (o al menos intentarlo), científicos pretenden transformar papers científicos en historias de ciencia ficción para advertir a los ciudadanos sobre la devastación.
Muchas personas están conscientes del impacto que tiene la contaminación en los océanos: observan latas y pañales flotando durante sus vacaciones en la playa y detectan tonos cada vez menos azules.
No obstante, lo que ven no parece tener el impacto suficiente para hacerlos reflexionar o incluso preguntarse sobre el efecto que tiene esa contaminación marina en la vida humana en general.
Para contrarrestar esta indiferencia, un grupo de sustentabilidad sueco decidió enviar mensajes a la ciudadanía llenos de contenido geek y de ciencia ficción pura para atraerlos a los temas ambientales.
Un científico en sustentabilidad, Andrew Merrie, de la Universidad de Estocolmo, considera que no hay mejor manera de hacerlo que a través del contenido que disfrace los mensajes enteramente científicos (y desgraciadamente aburridos para gran parte de la población) con un poco de ciencia ficción. Nadie lee los papers ni comunicados especializados.
De acuerdo a su visión, no hay manera sencilla de interesar a los lectores en temas científicos. Sin embargo, siempre ha pensado que la ciencia ficción, si se transforman y descontextualizan algunos elementos tecnológicos, socioeconómicos y políticos, puede funcionar y tiene mucho valor.
Así que se decidió: exploró alrededor de una docena de papers y escribió historias basadas en la información y datos precisos que iba obteniendo. Acompañó estas nuevas narrativas con imágenes del artista conceptual sueco Simon Stålenhag.
De esta manera, ambos científicos lograron transmitir las implicaciones y efectos que tendrán las nuevas tecnologías, las próximas estructuras sociales y sobre todo, las nuevas condiciones ambientales que se están generando.
La práctica recibe el nombre de “prototipar con ciencia ficción”, otorgado por Brian Johnson para que los consumidores pudieran anticipar la manera en la que las personas usan ciertos productos.
Esperan que la conjución entre las letras e imágenes logre que cada vez más personas comprendan las implicaciones de permitir que se sigan contaminando los océanos y convertirse en materia radioactiva.
El proyecto completo saldrá dentro de un par de semanas, no obstante, demuestra “la realidad de los océanos con una lógica extrema”, que emplea tanto elementos distópicos como utópicos para presentar la capacidad de respuesta humana y promover un futuro mucho más sustentable.
*Con información de: TechCrunch.