El próximo mes, científicos japoneses comenzarán las pruebas clínicas de un tratamiento contra la enfermedad de Parkinson, a través del trasplante de células madre “reprogramadas” al cerebro de pacientes.
El Parkinson es un desorden neurodegenerativo causado por falta de dopamina, un neurotransmisor producido por las neuronas.
El año pasado, investigadores en la Universidad de Kioto usaron exitosamente células madre pluripotentes inducidas (iPS, por su sigla en inglés) humanas para restablecer el funcionamiento de neuronas en monos.
via GIPHY
Las células iPS se generan al remover células maduras de un individuo –muchas veces de la piel o sangre– y reprogramándolas para que se comporten como células madre embrionarias, con lo que se puede hacer que produzcan dopamina.
En adición, para comprenderlo de mejor manera, el médico internista de la UNAM y profesor de Pregrado y Posgrado, Paolo Alberti Minutti, explicó en entrevista para Cultura Colectiva News, en qué consiste la reprogramación de las células madre.
Todas las células nacen iguales, pero a lo largo de su vida empiezan a ‘capacitarse’, entonces unas se vuelven células de músculo, otras neuronas, de piel, etcétera. Lo que hacen los científicos, es que, con las células que ya están diferenciadas, las regresan a su estado donde eran células de embrión, donde podían entender cualquiera de estas capacidades y de esa manera ya no dependemos de células embrionarias.
Célula madre. (Imagen: Secuvita)
“Esta será la primera prueba clínica del mundo que usa células iPS para la enfermedad de Parkinson”, declaró Jun Takahashi, profesor del Centro para la Investigación y Aplicación de Células iPS de la Universidad de Kioto.
El Centro es dirigido por Shinya Yamanaka, quien en 2012 ganó el Nobel de Medicina junto con el británico John Gurdon tras descubrir que las células maduras se podían reprogramar para convertirse en células pluripotentes.
El hecho de que las pruebas clínicas usen iPS en vez de células embrionarias humanas implica que el tratamiento sería aceptable en países como Irlanda y en gran parte de América Latina, donde está prohibido utilizar células embrionarias.
via GIPHY
¿En qué consiste el Parkinson?
El doctor Alberti nos explicó que de manera muy sencilla cómo funciona este padecimiento.
El cerebro vive en un call center que funciona las 24 horas. Las neuronas reciben llamadas de todo el cuerpo a través de los neurotransmisores, y estas se van pasando la voz unas a otras.
Hay algunas neuronas que sólo reciben llamadas para que el cuerpo se mueva, esas “llamadas telefónicas” están cargadas de dopamina. El problema del Parkinson es que los pacientes pierden ese neurotransmisor: sus llamadas no tienen dopamina.
Dopamina. (Imagen: Carasycaretas)
¿Esta terapia podría servir para cualquier paciente?
Sí, pero evidentemente alguien que tiene más daño, ya no sólo habría que solucionar que el paciente no secrete dopamina sino que por no hacerlo, las neuronas que recibían esta “comidilla” y ya están atrofiadas, no funcionan como deberían.
¿El riesgo con este experimento?
Al regresar en el tiempo a las células y promover que generen dopamina, podrían también producir otro tipo de célula maligna.
De acuerdo con información del doctor Alberti, “el único problema es que estás haciendo que una célula que ya sabía qué hacer, la conviertes en una célula potencialmente a cualquier función y así como puede secretar dopamina, podría replicarse sin cesar… y eso se llama cáncer. Por eso, hasta ahora, este experimento sólo se ha hecho en animales”.
Podría interesarte:
Hiperactividad sexual y otros efectos secundarios del tratamiento contra el Parkinson
El día que a mamá le diagnosticaron Parkinson