Colombia votó este domingo “no” en el referéndum sobre el acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Un estrecho margen (menos de 60 mil votos de diferencia) divide al país latinoamericano.
Con el 99.95 % de los votos escrutados, los colombianos han dicho “No” a los acuerdos para refrendar la paz entre el gobierno y la guerrilla. El 50.21 % de los votantes votó en contra, mientras que el 49.78 % votó a favor.
La diferencia (de menos de medio punto porcentual) muestra la polarización del país con respecto al final de una guerra que ha durado más de cinco décadas y se ha cobrado la vida de más de 220 mil personas.
La primera consecuencia directa es que, por el momento, el acuerdo queda suspendido. El referéndum, sin embargo, cuenta con los votos necesarios para que sea adoptado.
El camino a seguir a partir de ahora no es nada claro. Según las Cortes colombianas, los acuerdos tienen que renegociarse. Algunos expertos creen que el presidente colombiano debe renunciar a su cargo para permitir que un nuevo gobierno realice un nuevo acuerdo. El mandato de Santos termina en 2018, pero las dificultades de llegar a un punto de encuentro en un tema tan complejo no se resuelven en un tiempo corto. Las negociaciones actuales se llevaron a cabo a lo largo de cuatro años.
Además, los líderes de las FARC ya han dicho que “no hay ninguna posibilidad” de que eso pase.
La incertidumbre manda incluso entre los integrantes de la guerrilla que negociaron el acuerdo en La Habana. El guerrillero conocido como “Pastor Agape”, que estuvo en el equipo de negociadores del acuerdo, declaró que “no hay plan B” en caso de que el no ganase, como ha sucedido.
El líder de los negociadores que representaron al gobierno de Santos en Cuba, Humberto de la Calle, también declaró hace algunas semanas que “es una ilusión, un imposible” sentarse a renegociar.
Las FARC, a partir de este resultado, no entregarán las armas a las autoridades de la ONU. Santos admitió que, en caso de que este resultado se diera, “no volveremos a la mesa de negociación, volveremos a la guerra”. La tregua y el alto al fuego anunciados en agosto pasado podrían romperse. Aunque, por el momento, la voluntad de las dos partes es la de aferrarse a un acuerdo a pesar de las votaciones.
*Con información de: El Tiempo, El País, Colombia.com, Canaln.pe