El juez federal de distrito del estado de California, John Méndez, condenó a Michael Carey Clemans a cadena perpetua por comprar niños filipinos para explotarlos sexualmente y exponerlos en contenido pornográfico. Este caso fue considerado por el juez como uno de los más espeluznantes e inquietantes en la historia de EUA.
Durante el juicio, Clemans, de 57 años, describió al jurado de manera detallada cómo producía a las niñas para hacerlas ver un poco mayores: les cortaba el pelo, las maquillaba, les engrasaba el cuerpo y las obligaba a usar ropa de mujer. «Su modus operandi era encontrar niñas o adolescentes vírgenes para tener relaciones sexuales con ellas y luego prostituirlas», dijo la fiscalía de California.
Para reducir la condena, el juez defensor de Clemans dijo al jurado que debía considerar la cooperación de su cliente para dar con otros cómplices de la red de prostitución en Filipinas. Sin embargo, hasta el propio abogado de Clemans arremetió contra su cliente al argumentar que un hombre de 57 años no tiene relaciones sexuales con una niña de 7, sino que las viola.
Clemans viajaba a Filipinas para violar niños. (Foto: Japan Times)
Las autoridades consideran a Clemans como un hombre más peligroso que enfermo, por lo que no pasará su condena en un hospital psiquiátrico.
Méndez culpó a Clemans de los cargos de compra ilegal de niños, trata de blancas, conspiración, conducta sexual ilícita, violación, así como producción y recepción de pornografía infantil a nivel internacional, todos considerados cargos graves. El abogado de Clemens estuvo de acuerdo, sin embargo, dijo que impugnará la cadena perpetua ya que su cliente cuenta con un historial limpio.
¿Quién es Michel Clemans?
Fue un veterano de guerra sin ningún tipo de antecedentes penales que vivió en Bangkok dos años mientras trabajaba como piloto en una pequeña cadena de aereolíneas. Durante sus crímenes volvió a Sacramento para vivir con su madre mientras viajaba constantemente a Filipinas para comprar y prostituir menores de edad.
Clemans conoció a una mujer en Filipinas con la que tuvo los contactos para tener acceso al mercado negro de trata de blancas y venta de infantes en 2014 y a partir de allí comenzó a producir pornografía infantil que vendía en Internet. La cómplice de Clemans se llama Lyan Tandeg y además le vendió al veterano de guerra un equipo de grabación por 6 mil dólares para fotografiar y filmar a niños que él mismo desnudaba y violaba, según explicaron las autoridades en Sacramento.
Red de pornografía infantil
En cooperación con la policía filipina, quien ya había capturado y enjuiciado a Tandeg en 2015, la fiscalía de Sacramento dio con el material producido por Clemans donde hallaron fotografías de niños de entre 7 y 10 años desnudos y disfrazados de ángeles.
La fiscalía californiana detectó un contenido de 27 mil fotos y videos de Clemens. (Foto: guatevisión)
En los correos electrónicos detectados por los fiscales, descubrieron que la red de Clemens estaba comunicada con más de 50 proveedores especializados en pornografía infantil en la deep web con un contenido de más de 27 mil fotos y videos. La deep web facilita a los pornógrafos infantiles comunicarse con vendedores de niños en países pobres y vulnerables como Filipinas.
«El Internet no tiene fronteras, una imagen en la web de un niño víctima de pornografía y abuso sexual puede ser vista por cualquier persona, en cualquier parte del mundo», dijo Ryan Spradlin, agente especial y jefe de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos en San Francisco.
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