Con la fotografía oficial al inicio del intercambio de ideas y la panista Josefina Vázquez Mota vistiendo la misma ropa del primer debate (un vestido azul, como el color de su partido, y una chamarra de cuero juvenil), y con Juan Zepeda ausente de la imagen —porque llegó tarde—, comenzó el segundo debate entre los aspirantes a gobernador del Estado de México.
A diferencia del anterior debate, en éste sí hubo cambio de encuadres en las cámaras mientras un aspirante tenía la palabra y, ahora sí, se apreciaron algunos gestos de cuando sus contrincantes los aludían.
En hora y media hablaron en tres bloques sobre economía y empleo, desarrollo sustentable, así como salud y educación; las intervenciones fueron de 2 minutos y medio para cada uno.
Se presentaron, se descalificaron y recordaron a los mexiquenses por qué deberían darles su voto para sepultar los gobiernos de corrupción, malos manejos, dispendio de recursos y, sobre todo, cómplices de la inseguridad que aqueja a sus habitantes.
Otro dato que destacó es que Teresa Castell —la aspirante independiente—, dijo que fue madre adolescente, a los 16 años, y por ello comprendía la situación de las familias que viven con los recursos limitados.
También se burló de que los gobernantes dan a la gente despensas de “frijol con gorgojo”, una frase que emplea López Obrador. En otra oportunidad, le dijo a Delfina Gómez (en quien centró sus acusaciones) que “no era diferente”, en alusión y mofa a su lema de campaña.
Sin embargo, el priista reviró y cuestionó la experiencia política de Gómez, pero ella se defendió y aseguró que “una maestrita sin dinero” demostrará que puede gobernar a los mexiquenses.
Del Mazo dijo que el proyecto en Texcoco, donde se construye el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el NAICM, traerá empleos a la entidad y que de ganar Morena en el Estado de México el peso “se devaluaría” —cuando esa idea circuló de ganar AMLO en 2018, según un reporte de la agencia Reuters—, además de que miles de fuentes de trabajo se perderían.
Juan Zepeda, del PRD, mostró fluidez de palabra y sacó los temas de ahorro sustentable y ecología, al referir que es necesario impulsar políticas que privilegien la captación de agua de lluvia, los recursos naturales como energías y que por corrupción se contaminó el Río Lerma, que fue mencionado en varias ocasiones por el resto de los políticos.
El candidato del PRD, un partido de izquierda, aprovechó para responder que no declinará por ninguno de los otros aspirantes, al pronosticar que la elección tendrá “un final de fotografía”.
Óscar González, del Partido del Trabajo (también identificado como partido de izquierda), les recordó a los aspirantes que ellos aprobaron el gasolinazo —dentro de la Reforma Energética—, y que no han hecho lo que ahora prometen cuando encabezaron sus alcaldías, o tuvieron la titularidad de alguna dependencia federal.
Todos los candidatos coincidieron en que hacen falta mayores centros escolares para que los mexiquenses tengan acceso a la educación, como la universitaria, y que al ser egresados se les asegure una oportunidad de empleo.
En el cierre de sus intervenciones, los aspirantes hicieron un último esfuerzo por convencer a los casi 11 millones de habitantes del Estado de México que voten por ellos en las elecciones del próximo domingo 4 de junio.
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