En los últimos días se ha desatado la polémica en torno a que la empresa de búsqueda por Internet más grande del mundo, Google, estaba discriminando por sexo a sus empleados.
El problema empezó cuando la Oficina de Cumplimiento de Contratos Federales de Estados Unidos (OFCCP por sus siglas en inglés), acuso a Google de discriminar por sexo en los sueldos que paga a sus trabajadores, algo que la empresa negó de forma rotunda.
Google aseguró al OFCCP que su proceso de selección y de asignación de sueldos es ciego y se basa en una metodología probada en otras áreas del mundo de los negocios, que tiene en cuenta el sueldo básico, los extras, la igualdad y el rendimiento en el trabajo y que siempre es justo en un 95 por ciento de los casos.
De igual forma, Google ha insistido que, si un análisis posterior deduce que hombres y mujeres, como grupo, “recibe un sueldo estadísticamente inferior”, sus superiores están obligados a “hacer ajustes al sueldo del grupo para que esté a la altura”.
Sin embargo, son estudios y datos de la compañía que no se han contrastado con terceros, por lo que no son fiables al 100 por ciento y como la OFCCP no cuenta con datos exactos de cuánto cobran los empleados y cuánto las empleadas, acusa a Google de “disparidad sistemática con los salarios de las mujeres de toda su plantilla”, lo que puede o no tener sentido dependiendo de la información que tenga la oficina, la cual no se ha hecho pública.
La única declaración que han hecho a medios fue para The Guardian, donde la OFCCP aseguró que “ha recibido pruebas fehacientes de una discriminación importante hacia las mujeres en la mayoría de puestos en la sede de Google”.
Por su parte la ejecutiva de Google, Eileen Naughton, negó estas acusaciones, argumentando que la compañía tenía pruebas estadísticas rigurosas para asegurarse de que hombres y mujeres en posiciones comparables reciben un salario equitativo.En el último año, el Departamento de Trabajo ha demandado a otras dos compañías, Palantir y Oracle, por prácticas de salarios desiguales. La demanda de Palantir alegó que la empresa había discriminado sistemáticamente a solicitantes asiáticos, de acuerdo con TechCrunch, “contrató a 14 solicitantes no asiáticos y a 11 asiáticos de un grupo de más de mil 160 personas calificadas, 85 % de las cuales eran asiáticas”.Por su parte, la demanda a Oracle señaló a la empresa de haber discriminado a favor de los solicitantes asiáticos, contratándolos a tasas más altas, mientras que el pago de otros grupos minoritarios fue menor.Una realidad es que, al margen de los sueldos, las grandes empresas de tecnología actualmente tienen un problema en cuanto al número de trabajadoras. En puestos de programación e ingeniería, hay muchas menos mujeres que hombres en todas las grandes empresas del sector, sean Facebook, Google, Amazon o Twitter.
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