El grupo conocido como Los Cuijes, lidera Pedro Martínez Gómez en Puebla, es uno de los cárteles que demostró gran resistencia contra las fuerzas federales y poderío económico tras la venta de gasolina ilegal en el estado.
La inseguridad en esa entidad se agudizó en recientes fechas cuando un grupo de hombres armados llamados “huachicoleros” popularizó el robo de combustible mediante la extracción del hidrocarburo desde los ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX) para su venta irregular tras su extracción del llamado Triángulo Rojo.
Esa zona comprende seis municipio de Puebla donde se encuentran los principales ductos del combustible que tiene como destino la Ciudad de México.
La ordeña provocó distintos incendios en los oleoductos de la paraestatal petrolera, además de diferentes enfrentamientos entre los integrantes de los huachicoleros contra las autoridades castrenses. La venta irregular de combustible en el país registró entre 2009 y 2014 pérdidas superiores de 45 mil millones de pesos según Pemex.
Las ganancias y riquezas provenientes de la gasolina robada provocó que criminales diversificaran sus actividades ilícitas, este fue el caso de la banda de El Cuije, un grupo delictivo que ahora se dedican al extracto de combustible, cobro de piso, asalto y extorsión, tanto de huachicoleros como de ciudadanía.
Según información publicada por el Diario Cambio, las operaciones de Los Cuijes fueron centradas en las localidades de Palmar de Bravo, Tlacotepec de Benito Juárez y Tehuacán, pero expandieron su territorio hasta las comunas de Tepexi de Rodríguez hasta ocupar Huehuetlán El Grande como su centro de operaciones.
Las alianzas de Pedro Martínez Gómez, alias “El Cuije”, con agentes de seguridad vial dio como fruto una libre movilidad por los municipios del centro-sur del estado. Hasta que el gobierno aumentó sus operativos en la zona.
Desde el pasado mes de Marzo, los patrullajes por parte de autoridades del orden federal y castrense en el llamado Triángulo Rojo del estado provocó que los huachicoleros bajaran la venta del combustible robado, mientras que otros grupos delincuenciales aprovecharon para multiplicar sus actividades frente a los operativos gubernamentales.
Los Cuijes con poca movilidad para el huachicol en Huehuetlán El Grande, optaron por secuestrar y extorsionar a su población. La respuesta fue violenta. El pasado lunes un grupo de 19 hombres armados pertenecientes a ese grupo asesinaron a nueve personas. Según la Fiscalía General del Estado de Puebla, los hechos están relacionados al cobro de piso.
A Martínez Gómez se le atribuye la muerte del presidente municipal de Huehuetlán El Grande, José Santamaría, y el gusto por calcinar cuerpos de sus enemigos en esa demarcación.
La guerra contra los huachicoleros dejó un saldo de 30 muertos por los enfrentamientos entre presuntos delincuentes y elementos de seguridad, según cifras publicadas por el diario La Silla Rota.
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