Europa comenzaba a resquebrajarse por las tensiones que hace 100 años culminaron con el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando un mecenas francés se embarcó en una proeza técnica, cultural y política sin precedente: registrar pueblos y paisajes del mundo a todo color.
La exposición El mundo en torno a 1914: fotografía a color antes de la Gran Guerra (hasta el 2 de noviembre en el museo Martin-Gropius-Bau, de Berlín) recoge una selección de esas imágenes que iluminan con otra perspectiva un momento clave de la historia y reviven un mundo ya extinguido. Se trata de un tesoro cultural de primer orden mundial, señaló el director del museo, Gereon Sievernich, sobre los llamados Archives de la planète del banquero francés Albert Kahn (1860-1940), el proyecto de foto y filmación más ambicioso de antes de la Primera Guerra y de la historia de la fotografía.
Kahn encargó, desde 1908, a cuatro fotógrafos recorrer el mundo y registrarlo en placas autocromas, técnica pionera de foto a color desarrollada por los hermanos Auguste y Louis Lumière. Sólo hasta 1914 tomaron alrededor de 2 mil 200 imágenes –de las que el museo expone ahora al menos 120– además de 160 kilómetros de cintas de filmación.
La muestra incluye escenas como un grupo de bramanes ante un templo en Pakistán, vendedoras de pollos en España, un niño derviche turco, un elefante indio, dos soldados griegos custodiando a un preso atado con una soga o una pareja sueca de recién casados que posa en su salón, además de paisajes y monumentos, como la Torre Eiffel, en París; el Taj Mahal, en India, o las pirámides egipcias: todo un caleidoscopio del mundo hasta 1914.
La muestra incluye, además, imágenes de otros dos proyectos pioneros de la foto a color y anteriores a Kahn: el del fotoquímico berlinés Adolf Miethe (1862-1927) y el del ruso Serguei Mijalovich (1863-1944). Los tres suman en conjunto más de 200 fotos que atestiguan un esfuerzo pacifista y técnico imponente aún hoy.