Que el hombre salga de la Tierra y viaje al espacio es un reto para la preparación física de los astronautas, pero también para las instituciones que los preparan, pues saben de las afectaciones a la salud en su cuerpo.En el espacio, los astronautas experimentan cambios en su cuerpo como atrofia muscular, un signo de debilidad que afecta hasta los huesos. En los viajes espaciales que duran mucho tiempo se detectó que pierden hasta el 17 por ciento de su fuerza.La atrofia impacta en la capacidad de los músculos para contraerse o relajarse al mismo tiempo. Como enlistó la Agencia Espacial Mexicana, el deterioro se presenta desde 110 días hasta los 237 en condiciones de microgravedad. Otro daño más a la salud de los “hombres del espacio” está ligada al sistema cardiovascular y su relación directa con la gravedad. Por ejemplo, la circulación de la sangre en las venas de las piernas es contra esta fuerza.
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Fuente: TuInterésMundo.
Las venas transportan la sangre sucia y evitan que regrese a contaminar al corazón, por lo que al no haber fuerza de gravedad en el espacio, la función de ambos deriva en una baja del ritmo cardiaco y la presión arterial.Al estar en el espacio los huesos pueden descalcificarse ya que nuestro sistema óseo baja su actividad. Cuando pasan desde 16 hasta 28 semanas en el espacio, el 3.5 por ciento de la masa de los huesos se pierde, en su mayoría de la pelvis y las piernas.Por si fuera poco, el sistema inmunológico (encargado de proteger al cuerpo contra virus, bacterias y otros microorganismos no deseados) se deteriora fuera de la Tierra, ello sin contar que interactúan con los microbios de sus compañeros en un ambiente cerrado.
José Hernández, astronauta mexicano. Fuente: mx.hola.comEn caso de emergencia, en la Estación Espacial Internacional viajaron con 190 medicamentos diferentes para los astronautas, en caso de que enfermen o surja alguna emergencia.Como seguro ya lo sabes, la alimentación de los astronautas es estricta antes de salir al espacio y durante la misión. Antes lo hacían con alimentos empaquetados en tubos, que hacía poco apetitosa la hora de comer.Sin embargo, hoy la tecnología permitió cambiar su comida y hasta alguna botana, que puede almacenarse en bolsas selladas al vacío. Eso sí, toda cuidada con un balance justo en vitaminas y minerales.
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