La indignación general en la sociedad texana se disparó, después de conocer la aprobación de la nueva ley antiaborto estatal. Ni las manifestaciones civiles, ni las denuncias contra la legislación sirvieron.
La ley incluye propuestas “anti-masturbación”, que en opinión de los abogados del Estado y entidades médicas, es “retrógrada y anticonstitucional”. Ni siquiera el aviso del Tribunal Supremo de Justicia estadounidense fue escuchado, cuando el pasado verano rechazó en una sentencia las restricciones propuestas por el gobierno texano a clínicas y médicos que practicaban abortos legales.
Después de todo y contra todos, la ley fue aprobada y promovida por el republicano gobernador de Texas, Greg Abbot. ”Necesitamos establecer estándares más altos que reflejen nuestro respeto por la santidad de la vida”, dijo el ejecutivo texano.
Texas se ha caracterizado por tener una influencia conservadora, ya tenía una de las legislaciones antiaborto más restrictivas de todo EUA, por lo que ahora las mujeres tendrán más restricciones en cuanto a sus decisiones y sus libertades.
La norma Senate Bill 8 es la que limita las prácticas clínicas y del aborto posterior al primer trimestre de gestación, como la evacuación quirúrgica por dilatación y evacuación, un proceso que el gobernador texano describió erróneamente como: ”despedazar bebés miembro a miembro”.
La verdad es que este método es el de mayor preferencia según los médicos, además de que es usado en el 95 % de los casos, de acuerdo con Guttmacher Institute. La ley no aplica en posibles excepciones en casos de incestos, violaciones o riesgo de salud para la madre.
A su vez la ley perseguirá a todo aquel que facilite, ayude o aplique de cualquier modo la práctica de cualquier metodología o procedimiento relacionado al tema, por lo que pueden enfrentarse a penas de hasta dos años de prisión.
El tema más polémico y estrepitoso es que si alguna mujer por cualquier razón consigue la “extirpación del feto”, deberá pagar los gastos de un funeral que debe ser forzoso de acuerdo con las especificaciones de ley, de la mano la mujer deberá decidir si enviar los restos al crematorio o darle sepultura en algún cementerio. No contempla ninguna excepción en términos religiosos.
La prohibición a la donación de tejidos fetales en caso de aborto, es una de las nuevas restricciones. Hasta entonces la madre tenía derecho a decidir sobre la donación de los órganos del feto los que eran esenciales en la investigación médica.
Al final, la intención es clara: desamparar a las mujeres de su derecho a decidir ser madre, tener acceso legal y seguro a un procedimiento de aborto, mayores restricciones legales, mayores cargas económicas y estigmatización social asociado al aborto.
La organización independiente Center of Reproductive Rights es un colectivo civil que lleva décadas luchando por promover la autonomía reproductiva como un derecho fundamental. Avisaron que ahora pelearán más contra esta ley ya proclamada en los tribunales por considerarla anticonstitucional.
Texas no es el único estado que pelea ante este tipo de leyes, Luisiana promovió una ley similar hace un año, Arkansas y Georgia tienen un estatuto similar, mientras que estados como Ohio, Carolina del sur y Mississippi están considerando en aplicarlo.
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