El pasado 19 de mayo, los familiares del periodista michoacano Salvador Adame, director del canal 6 en la región de Tierra Caliente, Michoacán, informaron a los medios nacionales que el comunicador había sido privado de su libertad el 18 de mayo por un comando de civiles, que se piensa formaban parte de un grupo criminal de la región. Su secuestro sucedió sólo tres días después del asesinato del periodista y cronista del narcotráfico en Sinaloa, Javier Valdez.
Hoy, poco más de un mes después, el Procurador de Justicia del Estado, José Martín Godoy, confirmó que hallaron los restos calcinados de su cuerpo al fondo de una barranca, la “Barranca del Diablo” en la región de Tierra Caliente.
Los restos se localizaron el pasado 14 de junio durante los trabajos de campo de la investigación. Fueron preservados por peritos especializados y finalmente se enviaron a la Dirección General de Servicios Periciales para que los sometieran a estudios genéticos.
De acuerdo con Sin Embargo, tras realizar la toma y cotejo de muestras que “marca la ley en estos procedimientos” a cargo de la Dirección de Genética, las pruebas de ADN confirmaron que se trataba del periodista.
El comunicador era colaborador de varios medios locales, reportaba las acciones del narcotráfico y posibles nexos con las autoridades. Los medios locales lo definen como un crítico de las “arbitrariedades” cometidas por las autoridades municipales, estatales y federales. Adame se convirtió en el octavo periodista asesinado en México en lo que va del año.
Salvador tenía 45 años y vivía con su esposa y sus tres hijos, quienes desde su desaparición no cesaron buscarlo. La familia cercana confirmó recientemente que había recibido amenazas anónimas y que desde hace años había dejado de cubrir los temas relacionados con el crimen organizado y la violencia por temor a que alguien le hiciera daño.
En cuanto a las detenciones de personas relacionadas con el secuestro y asesinato del periodista, Godoy informó que se han detenido a dos presuntos culpables: Ignacio Rentería Andrade, alias “El Cenizo”, y Daniel Rubio Ruiz, “El Cabezón” o “El Cabezas”.
El portal Sin Embargo revela que durante una serie de entrevistas hechas a “El Cabezas” cuando fue acusado del delito de secuestro en contra de dos comerciantes del municipio de Lázaro Cárdenas, reveló que su madre se había hecho cargo “de la crianza” de Adame “desde su niñez”. Cuando Daniel Rubio supo de la desaparición, comenzó a buscarlo por sus propios medios y dio con el cabecilla de una célula delincuencial, apodado como “El Chano Peña”.
Al parecer, éste último fue quien ordenó el secuestro de Adame y el posible móvil del hecho fue “por problemas de tipo personal entre la víctima” y el “Chano Peña”, información que se confirma con una serie de mensaje identificados en el teléfono del periodista, “donde recibe insultos y lo confrontan, mensajes que siguen siendo materia de investigación”.
La violencia contra los periodistas y comunicólogos, impulsada por una censura cruenta, ha alcanzado cifras epidémicas y una visión “naturalizada” dentro de la sociedad. Si eres periodista, corres peligro. La organización Artículo 19 ha registrado alrededor de 2 mil agresiones contra reporteros desde 2010 en el país. Desde el 2000, 126 comunicadores han sido ejecutados.
*
Podría interesarte:
La PGR pide ayuda al FBI para investigar espionaje contra periodistas
El periodista mexicano Salvador Adame fue secuestrado por un comando armado
Esta es la red de espionaje del gobierno mexicano para seguir los pasos de periodistas y activistas