La temporada navideña suele ser el mejor aliado para que las compañías presenten sus mejores productos. La demanda de toda clase de objetos para ser reglados es enorme cuando se compara con otras épocas del año y sus precios siguen esa tendencia.
La compañía canadiense SpinMaster presentó el Hatchimal, un producto que podría ser la próxima gran sensación entre los más jóvenes: un “animal artificial” que pretende ser un tamagochi noventero en la vida real.
Los tamagochi eran pequeños dispositivos digitales dentro de los cuales viven pequeñas criaturas que las personas cuidan como a una mascota: las alimentan, protegen, miman y la ven crecer. La Hatchimal promete elevar esa experiencia al siguiente nivel.
Cuando se compra, la mascota viene dentro de un huevo. El dueño debe tratarlo con cuidado y en ningún momento puede dejarlo desprotegido. No puede estar a temperaturas muy altas ni muy bajas y se le debe proporcionar cariño. Una vez que empieza la relación entre el usuario y el huevo, el Hatchimal nace. Puede tomar hasta un par de horas entre la apertura de la caja y el nacimiento si se cumplen las instrucciones. Es por eso que no se puede considerar un juguete cualquiera a este animal artificial.
Otra de las particularidades es que quienes compran el Hatchimal no saben qué color ni estilo tendrá su mascota. Según la compañía productora, es uno de los encantos de adquirir un producto de este tipo.
Una vez que nace y crece, el animal artificial, que es descrito como un “pequeño pingüino”, recuerda a los peluches Furby, que fueron un fenómeno en ventas en la década de los noventa del siglo pasado. Aquellos peluches decían frases y movían los ojos y párpados.
El Hatchimal evoluciona con el paso del tiempo: primero es un niño, pero con las semanas puede repetir palabras, bailar y realizar movimientos si se le indican las palabras clave.
Existen dos tipos de Hatchimales: pengulas (machos) y draggles (hembras). Es lo único que puede escogerse, además del color del huevo. Sus creadores afirman que es el Hatchimal el que escoge al usuario.
El precio de aquellos juguetes, que no necesitaban el cuidado que un Hatchimal requiere, era de 40 dólares. Ajustado a la inflación, será de casi 65 dólares en la actualidad.
“Pedimos una disculpa por la escasez de juguetes en el mercado”, expresó la compañía SpinMaster en un comunicado de prensa. “Estamos haciendo todo lo posible por cumplir las expectativas de nuestros clientes. No aprobamos los excesivos precios de reventa en Internet”.
El juguete fue uno de los más vendidos durante el Black Friday en Estados Unidos. Se espera que en las próximas semanas llegue a los mercados de América Latina. El precio oficial era de 120 dólares, pero la excesiva demanda provocó que en Amazon se lleguen a ofrecer hasta 250 dólares por un ejemplar nuevo.
Los juguetes que ya salieron del huevo se venden por precios más baratos.
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