Cuando era parte de iCarly, una de las series más importantes del Nickelodeon de los años 2000, Jennette McCurdy mostraba un gran sentido del humor ante la cámara como Sam Puckett. Pocos sabían, sin embargo, que fuera de la serie la actriz vivía sometida por su madre, quien hizo todo lo posible por convertirla en una estrella, aún a costa de su propia salud física y mental. Esto lo sabemos ahora porque McCurdy ha hablado abiertamente de esos abusos y, ahora, está por publicar su propio libro de memorias ‘I’m Glad My Mom Died’ (’Me alegra que mi madre muriera’).
¿Qué pasó exactamente con Jennette McCurdy? ¿Por qué no quiere volver a la actuación ni al mundo del espectáculo? ¿Qué fue lo que hizo su madre y por qué la actriz se alegra de que haya muerto? Estos son cinco puntos clave sobre la historia de abuso de Jennette McCurdy:
1. Ella no quería ser actriz
La madre de Jennette, Debbie McCurdy, nunca pudo cumplir su sueño de ser una estrella. Fue por eso que obligó a su hija a hacerlo: Jennette entró al mundo de la actuación desde que tenía alrededor de seis años, a pesar de que ella nunca quiso actuar ni quiso esa vida de fama para ella misma. “Mi mamá siempre había soñado con ser una actriz famosa y se obsesionó con convertirme en una estrella”, dijo Jennette a la revista People. “Sentía que mi trabajo era mantener la paz y quería hacer feliz a mi mamá”.
2. Su madre controlaba cada aspecto de su vida
Jennette ha hablado del control que su madre ejercía sobre ella: desde la apariencia de su cuerpo hasta sus diarios privados y sus ingresos. No la dejaba bañarse sola, revisaba sus partes privadas, controlaba estrictamente su dieta y tomaba todas las decisiones por ella, incluso cuando ya era una adolescente. Desde los 10 años comenzó a decolorarle el pelo y a blanquearle los dientes.
Ella dice que el control de su mamá ocasionó un retraso en su desarrollo y una imposibilidad de tomar sus propias decisiones. No fue sino hasta que Debbie McCurdy murió en 2013 que Jennette pudo comenzar a experimentar sexualmente y a consumir alcohol por primera vez. “No sabía cómo encontrar mi identidad sin mi mamá”, dijo. “Y no voy a mentir. Fue muy difícil llegar hasta aquí. Pero ahora estoy en un punto de mi vida al que nunca creí que llegaría. Finalmente me siento libre”.
3. Trastornos alimenticios
El control que se ejercía sobre ella, y sobre todo con lo que tenía que ver con su alimentación, le ocasionaron trastornos alimenticios de los que se empezó a recuperar solamente hasta que su madre falleció. Jennette estaba obligada a contar las calorías desde que tenía 11 años y, para cuando estaba en iCarly, tenía una anorexia que se volvió bulimia. “Sé que si mi mamá siguiera viva, yo aún tendría un trastorno alimenticio”, dijo.
4. El reboot de iCarly
Cuando se anunció un reboot del famoso show de Nickelodeon, los fans esperaban que Jennette volviera junto con Miranda Cosgrove y el resto del elenco de iCarly. Sin embargo, ella dejó muy claro que eso no pasará. En su podcast ‘Empty Inside’ reveló que se siente avergonzada de los papeles que interpretó en el pasado: “Resentí mi carrera de muchas maneras y me siento muy insatisfecha de los roles que interpreté, siento que fueron de lo más cursi”.
5. ‘Me alegro de que mi madre muriera’
Su libro de memorias, que estará a la venta en agosto de 2022, tiene un título que deja bastante claro cómo se siente con la muerte de su madre. La portada de ‘I’m Glad my Mom Died’ la muestra con una urna de la que sale confeti en las manos, y ella mira al horizonte con una expresión resignada, pero que no es para nada de dolor. Y es que, como mencionamos anteriormente, ella solamente comenzó a sentirse libre a partir del fallecimiento de Debbie. A sus casi 30 años, Jennette aún lidia con las consecuencias físicas y psicológicas de lo que vivió en la infancia, adolescencia y primeros años como adulta.
El libro es una especie de continuación de su show de stand-up del mismo nombre, en el que empezó a abordar abiertamente el abuso de su madre. Para ella es una forma de contar su historia en su propia voz por primera vez y, así, comenzar a sanar.