Para este matrimonio estadounidense, la tercera edad significó un punto de partida para emprender nuevas aventuras, olvidarse de su vida actual y vender todos sus bienes para recorrer el mundo.
Debbie y Michael Campbell, de 61 y 71 años, decidieron salir hace cuatro años de la ciudad de Seattle y vender su casa, su automóvil y hasta un barco para viajar a los lugares que siempre habían querido conocer.
En una bodega guardaron todas las cosas que les estorbarían en sus maletas para ir a 68 países y unas 200 ciudades de todo el planeta. Es así como pueden comparar el servicio de aerolíneas, hoteles y casas rentadas en una aplicación para celular.
Además de los recuerdos, las fotografías y el sinfín de experiencias, el matrimonio lleva una bitácora de sus viajes en un blog por internet. Apenas hace dos semanas festejaron que ya pasaron mil noches sin dormir en su casa.
*Foto: seniornomads.com
«Cuando nos íbamos a jubilar, Debbie me dijo que nos faltaba todavía una aventura por vivir», explica por teléfono desde París y en entrevista para el diario El País (ubicado en España), Michael Campbell.
Antes de retirarse del mundo laboral, el señor de 71 años de edad trabajaba como ejecutivo y consultor de mercadotecnia. La primera meta era visitar 36 países de una lista que pegaron en su refrigerador, una cantidad que casi duplicaron.
*Foto: seniornomads.com
Sus cálculos iniciales de cuánto gastarían por día en sus viajes fue de 80 euros diarios, una cantidad que gastaban de manera habitual. El plan con que arrancaron fue pasearse por medio año, algo que tampoco cumplieron.
¿Qué lugares les gustan más? Fue una pregunta fácil de responder: Croacia, un país al que han vuelto varias veces, pero Ruanda también tiene un lugar especial en su corazón, pero sólo en Johannesburgo se han sentido alguna vez amenazados.
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