Hablar de cultura es incluir el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualquier otro hábito adquirido por el hombre. Así, tras diversos procesos y cambios sociales, la identidad cultural de cada territorio combina, además de prácticas, creencias y tradiciones, los sabores de los sitios que mezclan historia.
La diversidad en los ingredientes culinarios de cada región del mundo surgió a partir del choque de culturas originado por diferentes motivos: invasiones, colonizaciones, migraciones e intercambio comercial.
Quizá hoy sea muy fácil ubicar en la producción agraria de cada país. Como si de estereotipos culinarias de países y continentes se tratara, el fotógrafo neozelandés Henry Hargreaves, y la artista culinaria Caitlin Levin, crearon un aserie de fotografía que muestran “mapas comestibles”; imágenes en las que muestran semillas, frutas y verduras como sinónimo de alguna región del mundo.
El dúo de creativos ha unido sus pasiones; la comida, el arte, la fotografía y los viajes, para desarrollar proyectos y colaboraciones exquisitas. Estos mapas muestran cómo la comida ha viajado por todo el mundo hasta convertirse en una parte de la identidad cultural de algún país.
Sudamérica, cítricos
Henry y Caitlin han buscado un alimento que identifique a cada país, y con él han representado la nación (o el continente) en cuestión y sus diferentes regiones, utilizando variaciones del mismo ingrediente.
África, plátano
Australia, Camarones
China, Fideos
Francia, queso y pan
India, especias
Italia, Jitomate
Japón, algas
Nueva Zelanda, kiwi
Reino Unido, Galletas
Estados Unidos, Maíz