En un año electoral polarizado por la aparición de Donald Trump, que ha usado una retórica racista y xenófoba contra los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos, un grupo de seguidores del neoyorkino (bautizados por los medios “Los Trumpistas”) lo defienden contra viento y marea.
La campaña del magnate está apoyada en dos pilares: la construcción de un muro fronterizo y la deportación masiva de todos los migrantes ilegales que viven actualmente en el país norteamericano. Además, el candidato republicano anunció que implementará un “sistema de verificación” para los refugiados sirios, donde se revisarán todos sus antecedentes, incluida la religión de quienes soliciten asilo.
Una parte del éxito de su campaña está basado en el miedo al “otro”, al extranjero. Es por eso que llama la atención que haya una porción, aunque sea mínima, de votantes latinos, el electorado más castigado por el republicano, que apoyen su candidatura.
En las encuestas, Trump es la figura política peor valorada entre los votantes latinos. Alcanza hasta un 80 % de opiniones negativas. Contrasta con Hillary Clinton, su rival (60 % favorable), y con el presidente Barack Obama (65 %).
Pero para 16 inmigrantes que podrán votar el próximo 8 de noviembre, la decisión es sencilla: apoyarán a Trump.
De todas las edades, desde los 19 años hasta pasados los 70, varios latinos apoyan al millonario. Incluso algunas de ellas son mujeres, un electorado que favorece a Clinton abrumadoramente a nivel nacional. Pero no así en todos los estados: salvo algunas excepciones, se concentran en California (un estado progresista que vota por los demócratas), en Arizona (que este año se convirtió en un estado indeciso, pero que tradicionalmente vota por el candidato republicano) y Texas (misma situación que la entidad anterior).
Casi todos ellos nacieron fuera de los Estados Unidos, pero por diferentes razones han conseguido la ciudadanía norteamericana. Vienen sobre todo de México, Cuba y Colombia.
Las principales razones que esgrimen Los Trumpistas son los puntos que el republicano suele repetir en todos sus mítines. El sistema político está descompuesto y la manera de arreglarlo es que gane un candidato que no tenga ningún recorrido político, menciona Teresa Mendoza.
Para Angelo Gómez, de 19 años, la “corrupción” de Clinton y su poco interés “por la gente común” contrastan con la idea de poner a los americanos antes de Trump. Sueña con ser “el primer presidente latino” en la historia de EUA, y quiere hacerlo “con los mismos valores que propone el Donald”.
Angelita Gonzáles, de Texas, tiene 72 años. Votará por Trump porque “representa la moral que este país perdió hace mucho tiempo”. Quiere que el gobierno tenga la menor injerencia posible en sus decisiones personales y en la regulación de la Inversión Privada. “No creo en los partidos políticos, creo en Trump”, aseguró.
El cubano-americano Emilio Rodríguez llegó a EUA con 15 años. Ahora tiene más de 50. Cree que Trump representa “el sueño americano” donde “todos tienen oportunidad de triunfar sin importar la raza ni el sexo ni el lugar de nacimiento”. Según Rodríguez, Trump es el único que puede proteger al país de las amenazas extranjeras.
A menos de 15 días para las elecciones, los números de Trump no son esperanzadores. Se encuentra a 6 puntos de distancia de su rival en el promedio de las encuestas. Aunque algunas lo muestran a más de 10 puntos y otras a menos de 4, Trump afirma que ganará las votaciones.
“Todos votarán por mí: hombres, mujeres, latinos y afroamericanos”, responde cada vez que se ponen en duda sus posibilidades de éxito.
El republicano tiene asegurado el voto de 16 latinos.
*Con información de: LensCulture.com, CNN, Crystal Ball, FiveThirtyEight.