En este mundo, todo se puede transformar en un negocio y el dinero es tan vital que cualquier forma que no caiga en la ilegalidad es válida para poder ganarse la vida. Por eso existen profesiones y oficios de la muerte, personas que lucran con ella.Enfrentar la muerte de un ser querido es quizá uno de los pasajes más dolorosos para todas las personas. Hay llanto y sufrimiento alrededor de una pérdida humana, pero también hay quienes necesitan de la muerte para poder ganarse la vida.Oficios y profesiones variados que tienen como materia prima un cadáver y que la muerte más allá de significar una pérdida, se convierte en la oportunidad de ejercer y obtener ganancias. A continuación te mostramos algunas de ellas que, además de coincidir en tener un negocio implicado con la muerte, obliga a quienes las ejercen a perder por completo la capacidad de asombro.
1. Vendedor de servicios funerarios
No es una labor sencilla. Todos los vendedores deben tener un buen discurso que motive a sus clientes a gastar su dinero en el producto o servicio que ofrece. Pero en el caso de los servicios funerarios, este discurso debe estar acompañado de la empatía con el dolor de los que pagarán el servicio de un ser querido que ha fallecido. Sin ser invasivo y sin mostrar la frialdad que un negocio monetario sugiere, debe convencer a sus clientes de que su funeraria o panteón es la mejor opción.
2. Embalsamador
Un oficio que requiere aprender a manipular cadáveres, pues se vuelven los compañeros de trabajo. Con ellos se comparten horas del día y de la noche, porque la muerte no avisa y cuando llega un cuerpo a las funerarias se debe hacer todo lo posible para dejarlo con una buena imagen para que sus familiares y amigos velen junto al ataúd. El trabajo consiste en maquillar los rostros, eliminar huellas de golpes y heridas, drenar fluidos e inyectar los cuerpos con formaldehído para que el proceso de putrefacción se tarde un poco más en comenzar.
3. Sepulturero
Siguiendo con las labores que se realizan en un panteón, los sepultureros son los encargados de cavar las tumbas que ocuparán los muertos. Hacer el hoyo, usar todas sus fuerzas para depositar con la delicadeza y respeto que un sepelio requiere y después mostrar entereza para no quebrarse al escuchar los llantos y lamentos que provoca al echar la tierra que acompañará a los difuntos hasta la eternidad.
4. Médico forense
Esta es una profesión que tiene como propósito dar pistas para resolver los crímenes de los que fueron víctimas los cuerpos con los que trabaja. El término correcto es médico cirujano legista. Ellos son quienes realizan autopsias para determinar causas de muerte, analizan marcas y señales de golpes, tortura y violencia. Son personas que no pueden dejar pasar ningún detalle, porque muchas veces las cosas más pequeñas son las que tienen la respuesta correcta para resolver un caso.
5. Reportero de nota roja
Muchos quizás los tachan de morbosos, de ser irrespetuosos con los cadáveres, de tener el corazón de hielo por no sentir nada al fotografiar cuerpo de un recién fallecido en circunstancias trágicas. Pero su labor es precisamente darle un rostro y una historia a alguien que bien pudo pasar a ser sólo un número y parte de las estadísticas. Una labor riesgosa por que el crimen organizado los acecha y siempre corren el riesgo de ser los próximos en ser portada de su periódico.