Los tiroteos suscitados durante los últimos dos años en Estados Unidos despertaron un debate dentro de la sociedad y el Congreso con respecto a la ley que permite a los ciudadanos adquirir y usar armas de fuego sin restricciones considerables. Esto aunado a la cantidad de víctimas mortales en tiroteos irresponsables perpetrados por personas con trastornos psicológicos.
La gota que derramó el vaso fue el último tiroteo, que sucedió en las aulas de una escuela de Parkland, Florida y que cobró la vida de 17 personas, tras el cual la comunidad académica y estudiantil organizó marchas en protesta contra la segunda enmienda de la constitución que garantiza el derecho al estadounidense de adquirir armas de fuego.
El gran defecto que observa la comunidad académica y la opinión pública en contra es que el acceso a ese tipo de armas aplica igual tanto para adultos como para jóvenes de todas las edades y condiciones, donde incluso pueden conseguir armas semiautomáticas.
En la reunión en la Casa Blanca entre padres de familia y sobrevivientes del tiroteo con el presidente Donald Trump, el tema del control de armas se acaloró después de que el presidente planteara la medida de armar a los profesores como respuesta para contener los ataques.
Vamos a analizar el tema con rigor. Sabemos que mucha gente estará en contra y mucha a favor», dijo Trump quien añadió que la iniciativa sólo funciona si hay gente capacitada para usar armas de fuego. «Serían profesores y entrenadores con porte encubierto.
Esta “medida” fue justificada por el presidente bajo el argumento de que los cuerpos de seguridad tardan en reaccionar ante este tipo de emergencias para someter al agresor, por lo que profesores o personal armado dentro de las instituciones educativas podrían repeler la agresión en cuestión de minutos.
«Si no es un profesor puede ser un custodio o un policía civil que trabaje en la cafetería sirviendo almuerzos, pero que tenga el arma lista», dijo uno de los padres de una sobreviviente a favor de la propuesta de Trump.
También hubo muchas opiniones en contra con respecto a la propuesta del presidente, que la calificaron de absurda y peligrosa. «Los maestros ya tienen suficientes responsabilidades como para además atender la terrible fuerza que puede acabar con otra vida», dijo Daniel Barden, padre de una de las víctimas.
A lo que el presidente respondió que los profesores tendrían un permiso especial para refutar a los maniacos la posibilidad de tener una zona libre para el uso de armas.
La ley federal en EUA indica que la edad mínima para adquirir un arma de fuego son 21 años, para una pistola; y 18 para un rifle. A pesar de esto es muy fácil adquirir una licencia otorgada por vendedores clasificados para personas aún más jóvenes. Nicolás Cruz, autor de la matanza, tiene 19 años.
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