Estados Unidos pidió este miércoles a España y Marruecos que trabajen juntos para resolver la crisis en la ciudad española de Ceuta, adonde en los últimos días han llegado 8 mil migrantes de manera irregular, aunque 5 mil 600 han sido obligados a volver a territorio marroquí.
“Apoyamos que tanto España como Marruecos trabajen juntos hacia una resolución”, manifestó una de las portavoces del Departamento de Estado de EE.UU., Jalina Porter, al ser preguntada por Efe durante una rueda de prensa.
Hasta ahora, EE.UU. había evitado pronunciarse sobre la crisis en Ceuta, en el norte de África, al considerar que se trataba de un asunto bilateral entre Marruecos y España.
Aunque no entró en detalles, Porter destacó que Estados Unidos está comprometido con la promoción de procesos migratorios “humanos, ordenados y justos” a través de políticas bilaterales y multilaterales, así como de programas para desarrollar las capacidades de las autoridades locales.
Este miércoles, la presión migratoria en la frontera de Ceuta con Marruecos disminuyó sustancialmente después de que la Policía marroquí reactivara sus controles y cerrara los accesos a la ciudad autónoma.
Sin embargo, la crisis diplomática entre Marruecos y España, la más grave en los últimos años, sigue sin resolverse.
Pese a la tensión, durante el día se han repetido las llamadas al diálogo y el Gobierno español aseguró que ha observado un cambio de actitud de Marruecos.
Ahora el mayor reto lo afronta la ciudad de Ceuta que evalúa como dar acogida a las miles de personas, muchos de ellos menores de edad, que han llegado en los últimos días.
La crisis migratoria trajo consigo una desgarradora imagen captada por la Guardia Civil Española, donde se puede ver a un guardia que el pasado 18 de mayo rescató a un bebés y a decenas de menores de edad, todos migrantes, en las aguas de Ceuta.
“Guardias civiles del #GEAS y la #ARS salvan la vida de decenas de menores que llegaban a #Ceuta por mar junto a sus familias”, indicó la Guardia Civil en sus redes sociales.
El éxodo migrante toca su fin
Las autoridades marroquíes en la localidad norteña de Castillejos han cerrado los accesos hacia Ceuta y puesto fin a las avalanchas masivas de emigrantes que se ha producido en los últimos dos días, en los que entraron en la ciudad española más de 8 mil emigrantes, de los que 5 mil 600 ya fueron devueltos a su país.
La situación cerca de la frontera desde el lado marroquí es muy diferente a la de los dos últimos días: los grupos de migrantes se desplazan hoy en dirección contraria, tras perder la esperanza de poder entrar en el enclave español.
La Comisión Europea manifestó hoy su confianza en que Marruecos tome medidas para resolver esta crisis migratoria desatada en los últimos días después de los contactos mantenidos entre el comisario europeo para la Vecindad y Ampliación, Oliver Varhelyi, y las autoridades marroquíes.
Según ha podido constatar Efe en el lugar, la intervención policial marroquí ha sido determinante para bajar considerablemente los flujos migratorios en la localidad, además de las devoluciones “en situ” de los emigrantes desde el puesto fronterizo de Tarajal o desde el mismo espigón de separación.
Un grupo de personas tratan de llegar a nado desde la playa de la localidad de Fnideq (Castillejos, Marruecos) hacia uno de los espigones de Ceuta este martes en una avalancha de inmigrantes sin precedentes en España al registrarse la entrada en 24 horas de 5 mil personas (un tercio de ellas menores). (Foto: EFE/ Mohamed Siali)
Esta mañana se ha desplegado un dispositivo de fuerzas antidisturbios que han dispersado de forma intermitente a los grupos que intentaban llegar al espigón fronterizo: primero, para alejar a los emigrantes de la carretera que lleva al paso fronterizo, y después para impedirles escalar la colina de Belyunesh que se asoma sobre Ceuta.
La intervención policial marroquí empezó anoche, lo que provocó algunos momentos de choque entre las fuerzas antidisturbios y los emigrantes, según explicaron a Efe varios testigos oculares.
“Las autoridades nos avisaron anoche de que nos van a desalojar, esperaron un momento y empezó la intervención policial, pero las cosas degeneraron y se lanzaron piedras de diferentes tamaños de todas partes”, explicó a Efe Yunes, un emigrante de 35 años procedente de Kenitra (a más de 200 kilómetros al sur de Castillejos) que decidió volver a su ciudad tras perder la esperanza de poder pasar al lado español.
Aún eran visibles esta mañana cascotes encontrados en la carretera, además de botellas, zapatillas, trapos quemados y hasta un biberón tirados en el suelo, pero las autoridades intervinieron horas después para limpiar y desalojar la carretera.
Tanto Yunes como otros emigrantes consultados por Efe dijeron haber perdido toda esperanza de poder pasar a Ceuta y empezaron a emprender el camino de vuelta.
Un grupo de personas descansa en la playa de la localidad de Fnideq (Castillejos). (Foto: EFE/ Mohamed Siali)
Los procedentes de la zona norteña han regresado a sus casas, y los otros llegados de zonas más remotas -personas con aspecto humilde y marginal que habían llegado con lo puesto-, pasaron la noche dormidos en la explanada de la mezquita principal de la ciudad o en diferentes jardines, y tras hacer desesperadamente el último intento, regresaron posteriormente por Castillejos, unos haciendo autostop y otros buscando un medio de transporte en el viaje de vuelta.
A medida que avanza la jornada, desciende el tamaño de las multitudes de migrantes, al tiempo que crece la presencia policial y de responsables de seguridad y de la administración central marroquí.
Los observadores subrayan que este repunte migratorio se produce en un momento de grave crisis socioeconómica que vive la zona de Castillejos y las localidades vecinas por el final abrupto del contrabando de mercancía en octubre de 2019 y el cierre desde marzo de 2020 de la frontera terrestre como medida preventiva contra la propagación del coronavirus.
Ahmed Biyuzan, activista local de Castillejos, dijo a Efe que las autoridades marroquíes dieron trabajo al menos a 300 personas de la zona que se dedicaban en el pasado al porteo de mercancía entre Ceuta y Castillejos, cifra simbólica ante las más de 15 mil personas damnificadas por el cierre de la frontera y la crisis sanitaria del coronavirus.
“Todos los días, varias personas se agrupan ante la alcaldía de Castillejos para reclamar trabajo”, señaló Biyuzan, y añadió que la situación se agravó también con el toque de queda nocturno impuesto en todo el país durante el mes de ayuno de ramadán, lo que afectó al menos a 800 personas que trabajan en los cafés y restaurantes de Castillejos.
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* Con información de EFE. Fotografía de portada: EFE/Mohamed Siali
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