Cuando el siglo XXI terminé, la generación millennial será la encargada de consolidar los años en donde la tecnología terminará por dominar las vidas y trabajos de los ciudadanos , la Revolución Industrial llegará a su epítome.
A más de doscientos años del inicio de la industrialización , la pérdida de trabajo provocada por la introducción de máquinas capaces de sustituir a decenas de personas ya genera conflictos sociales, políticos y económicos.
Resulta obvio que los avances tecnológicos que hemos desarrollado como especie, nos llevarán, en el corto plazo, a un mundo completamente automatizado, donde la intervención de los humanos en las actividades diarias será substituida casi por completo por máquinas.
El siguiente nivel del desarrollo tecnológico, que permitirá a las máquinas y al ciberespacio integrarse a la vida cotidiana humana es inteligencia artificial. Significa el reto, la próxima barrera tecnológica a derrumbar. Es un área de la ciencia relativamente nueva que tiene aún mucho camino por recorrer, pero que no deja de avanzar.
De los trabajos que hoy en día todavía requieren de un humano, varios ya pueden ver su final en el horizonte. De entre los primeros en extinguirse está el de repartidor de comida, paquetería y de toda clase de actividad imaginable.
Los drones ya comienzan a integrarse a los campos de trabajo que hasta hace muy poco, eran exclusivamente de humanos.
En estos momentos, los países del primer mundo ya experimentan de manera formal con esta tecnología y desarrollan un red eficiente de drones repartidores y distribuir sus productos a una escala nunca antes vista.Amazon, la página web especializada en compras, ya hizo su primera entrega a domicilio utilizando un dron, en Reino Unido una técnica que no tardarán en implementar cientos de empresas más.
Amazon apuesta por la entrega de paquetes por medio de drones. Otras empresas como Boston Dynamics, especializada en robótica y propiedad de Google, miran más hacia un servicio como ese perro prestado por máquinas bípedas y cuadrúpedas.
La compañía decidió construir un robot de 25 kilos, con la forma y el tamaño de un perro grande, capaz de subir y bajar escaleras sin problemas, abrir puertas y realizar varias tareas como acomodar los platos de la cocina o sacarlos del lavavajillas.
En las demostraciones hechas por la compañía para presentar su producto midió el espacio a su alrededor, calculó el número de pasos que tiene que dar para dirigirse hasta el punto que desea. La máquina también recibe órdenes, localiza y recoger objetos.
En la visión de Boston Dynamics estas funciones hacen de este dron cuadrúpedo un aliado perfecto para la entrega de paquetería o para ayudar en las tareas del hogar, ya que esquiva los obstáculos. El precio aproximado de este ayudante robótica es de un millón de euros, pero la compañía espera poder reducir el costo a sólo una fracción de eso.
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