El próximo sábado 31 de mayo se inaugurará la exposición colectiva Piedra, papel o tijera: el juego de los artistas en el Centro de las Artes de San Agustín Etla, en Oaxaca, un espacio dedicado para la cultura en el sureste del país fundado por el artista Francisco Toledo.
Los artistas quienes participan en este juego son Rafael Coronel, Vicente Rojo, Dr. Lakra, Daniel Lezama, Gustavo Monroy, Toledo, Graciela Iturbide, entre una decena más. Ésta última participará con tres imágenes que ilustran los juegos infantiles elaborados por los niños y con las que intenta representar el valor de la imaginación para el entretenimiento sobre la voracidad tecnológica como propuesta lúdica.
“Carritos elefantes”, Francisco Toledo. Foto: Jaime Navarro Soto
Graciela Iturbide es una fotógrafa mexicana quien durante los últimos cuarenta años ha intentado capturar el espíritu del pueblo mexicano. Su obra muestra la vida y tradiciones de la gente de nuestro país de una manera sencilla y participativa.
Las fotografías de Iturbide, seleccionadas por la artista y el curador de la muestra Juan Coronel Rivera, presentan lugares lejanos donde los niños hacen sus propios juegos, como en Chiapas o en la zona Tarahumara. La intención de la mexicana es mostrar a los niños las distintas maneras de divertirse que impliquen cosas tan sencillas como palitos o piedras, más allá de los juegos por computadora o dispositivos electrónicos.
Las imágenes inéditas son en blanco y negro, reveladas de forma análoga y tomadas en Madagascar, Mozambique y Roma. La fotógrafa prefiere la vieja escuela en la que el juego de descubrir, acomodar y lograr una imagen es un ritual que se ha visto opacado por las técnicas digitales.
48 artistas integran la muestra organizada por el Conaculta, a través del programa Alas y Raíces, en la que participan con obra que explora el tema del juego a partir del objeto, los juguetes, y que estará compuesta por escultura en piedra, madera, plastilina, pintura, grabado, foto, serigrafía, instalación, video y multimedia.
La muestra es, también, una representación del sentido del juego en cada artista que se traduce en piezas artísticas para su exhibición. Esto supera la propuesta estética y mantiene sobre la mesa el discurso del juego como experiencia.
La propuesta de Graciela Iturbide es interactuar con los niños oaxaqueños, explicarles las fotografías y hacerles entender que hay otras formas de diversión, pero sobre todo, mostrarles cómo es que otros niños en el mundo juegan “con lo que encuentran”.
Con información de La Jornada.
