Desde el descubrimiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) a principios de los años ochenta, la enfermedad ha sido considerada como una de las más mortíferas del mundo, llevando a la muerte a cientos de miles de víctimas.
La falta de una cura ha provocado que científicos y farmacéuticas lideren muchas investigaciones con la intención de buscar una, y aunque en los últimos años las terapias en contra del virus del VIH han avanzado hasta convertirla en una enfermedad crónica tratable, la cura sigue siendo un misterio y reto para los investigadores.No obstante, después de décadas de investigación, una doctora del Imperial College de Londres ha realizado una revelación que podría romper con los paradigmas hasta ahora existentes sobre esta enfermedad mortal.
Un hombre de 44 años, cuyo nombre no fue revelado, participante en un tratamiento experimental contra esta enfermedad ha dado negativo para el virus en sus últimos análisis.
Sin embargo, la doctora que difundió la noticia a través del Sunday Times hizo un llamamiento a la cautela después de que el hombre de 44 años parece haber ganado la lucha que tantos otros han perdido.Por lo general, los tratamientos que se utilizan hoy en día atacan a las células T (un tipo de células del sistema inmune) infectadas del paciente, pero no a las que tienen el virus en estado latente, esperando a que las condiciones sean favorables para atacar.
Como resultado, los síntomas pueden remitir momentáneamente, pero el virus seguirá en el cuerpo del paciente, pudiendo reproducirse más adelante y perpetuando la enfermedad sin posibilidad de cura.
A diferencia de los antiguos métodos, este nuevo tratamiento experimental, llevado a cabo por varios centros británicos, actúa también sobre los virus latentes, pues consiste en una vacuna que ayuda al reconocimiento de todas las células T infectadas, y una droga conocida como “Vorinostat”, que activa las células latentes, favoreciendo que todas se puedan atacar por igual.Los últimos análisis de este paciente, de 44 años de edad, parecen mostrar que no existe ningún rastro del virus en su sangre, pero aún así será necesario repetir las pruebas para estar seguros. Sea como sea, aunque de momento no se propone sustituir los métodos tradicionales, estos científicos creen que después de cinco años más de investigación podríamos estar ante una cura para el SIDA.
*Con información de: Sunday Times y del New York Times.