«Deje de atacar a la prensa, señor presidente», dijo el senador republicano de Arizona, John McCain, a Donald Trump. Sus argumentos son sencillos (y lógicos): que su postura agresiva y siempre a la defensiva hace más vulnerables a los reporteros ante gobiernos represores y corruptos, pues los exenta de tener que rendirle cuentas a alguien y que es una amenaza para la libertad de expresión y la democracia.
La petición de McCain fue publicada, a través de un artículo de opinión, en el rotativo The Washington Post, donde además de arremeter contra la conducta del mandatario, la calificó de inconsistente e hipócrita, en el peor de los casos. «Ya amenazó con desacreditar a la prensa libre otorgando sus premios de Fake News», escribió.
Puntualizó que todas las acciones de Trump contra la prensa son vigiladas muy de cerca por líderes extranjeros que se inspiran en su retórica y en sus palabras como excusa para silenciar y callar a uno de los pilares indispensables de un país democrático. «Si el presidente de EUA arremete así contra la prensa, ¿por qué un país extranjero no?», destacó.
Desde su llegada a la Casa Blanca y hasta la semana pasada, Trump ha ido endureciendo su postura para poder reformar y fortalecer leyes contra la difamación, específicamente contra los periodistas que filtren información confidencial del gobierno, quienes podrían terminar presos. Ante esto, un informe del Comité para Protección de Periodistas indica que al menos 21 reporteros enfrentan cargos de fake news.
«Parte esencial del periodismo de investigación independiente es sacar a la luz los temas de corrupción gubernamental para promover su lucha por la libertad de expresión y el empoderamiento de la sociedad con base a información», escribió Mccain.
Pero cree que esta paranoia y obsesión de Trump sobre las noticias que, según él son falsas, socavan los informes y dejando desamparados a los activistas y periodistas, haciendo de la evidencia empírica su herramienta más poderosa contra las represalias y el chantaje de los poderosos.
McCain, quien lucha por recuperar su salud contra el cáncer, siempre fue un crítico del gobierno que preside la figura de Donald Trump, que desde enero de 2017 se ha alejado de Washington a pesar de compartir militancia en el mismo partido.
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