El viernes de la semana pasada, Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, firmó una orden ejecutiva prohibiendo la entrada a personas desplazadas sirias y a cualquier otra persona que provenga de otro de los seis países de mayoría musulmana: Irán, Irak, Sudán, Libia, Somalia o Yemen.
La orden también incluye dar prioridad a las futuras solicitudes de refugiados “con base a su persecución religiosa”: si la persona es parte de una minoría religiosa en su país de origen; la suspensión inmediata del Programa de Exención de Entrevistas de Visados, el cual permite a los inmigrantes renovar sus visados sin acudir a una entrevista, y de ahora en adelante, Estados Unidos sólo permitirá que entren 50 mil refugiados máximo, menos de la mitad del límite superior anterior.
“Queremos asegurarnos de que no admitimos en nuestro país a las mismas amenazas que enfrentan nuestros soldados en el extranjero. Sólo queremos admitir a aquellos que apoyan a nuestro país y que aman profundamente a nuestra gente”, dijo Trump.
Ante la inesperada y brutal medida del Ejecutivo, diversas empresas tecnológicas como Apple, Google y Microsoft denunciaron la orden y decisión tomada por Donald Trump, al mismo tiempo que realizaron campañas para combatir la medida.A este movimiento ya se les unió el gigante cafetero originario de Seattle: Starbucks. Howard Schultz, el director ejecutivo de la empresa, anunció el domingo que como una medida para combatir la decisión de Trump, su compañía, la cual tiene tiendas en 75 países, dará 10 mil empleos exclusivamente para refugiados e inmigrantes a lo largo de 5 años, periodo que todavía no se sabe cuándo comenzará.La medida fue dada a conocer a los empleados de la empresa a través de una carta escrita por el propio Howard, en la que explicó que dicho plan abarcará todos los Starbucks en el mundo y la medida podría comenzar en Estados Unidos, donde se dará preferencia a la contratación de inmigrantes “que han prestado servicios para los efectivos estadounidenses como intérpretes y personal de apoyo”.“Estoy escuchando la alarma que todos ustedes están sonando de que el civismo y los derechos humanos que dimos por hecho tanto tiempo están siendo vulnerados”, dijo Schultz el domingo tras dar a conocer su decisión respecto a la orden de Trump.
No obstante, no todos los ciudadanos americanos estuvieron a favor de esta medida. En redes sociales, estuvo rondando el hashtag #boycottstarbucks y diversos clientes hicieron comentarios criticando la medida.
“100 millones de americanos están desempleados y Starbucks quiere contratar refugiados”, comentó de forma irónica un veterano a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, representantes de Google, Microsoft y LinkedIn, expresaron sus preocupaciones con respecto a las dificultades que esta abrupta decisión implica para ellos como empresas, ya que afecta a una buena parte de sus empleados además de hacer más complejos los trámites para importar talento.
Estados Unidos nunca se había visto tan dividido como ahora, y con apenas diez días en el poder, Donald Trump se ha encargado de avivar las fricciones entre la ciudadanía, empresarios y diversos países del mundo como México.
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