La crisis de refugiados haitianos que enfrenta México parecía haber encontrado una solución humanitaria con la construcción de una pequeña villa en la ciudad fronteriza de Tijuana, en el estado de Baja California, lugar donde cerca de 4 mil personas quedaron varadas después de que el gobierno estadounidense endureciera las medidas migratorias y les impidiera la entrada a ese país.Sin embargo, la construcción de los que ha sido llamado “Little Haití” fue interrumpida temporalmente debido a la falta de permisos necesarios para la obra, porque se encuentra en una zona con “alto riesgo” de inundaciones.La iniciativa para construir este lugar que brinde hogar digno a los haitianos que decidieron quedarse en México en lugar de regresar a su país de origen es encabezada por el pastor religioso Gustavo Banda, quien encabeza la iglesia Embajadores de Jesús de Tijuana.
En entrevista para EFE, el religioso declaró que frenó la obra de construcción después de que Protección Civil pusiera sellos de advertencia en varios edificios de la zona conocida como el “Cañón de los Alacranes” por el alto riesgo de inundación.
Además explicó que a finales de febrero mandó una carta dirigida al presidente municipal de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, informándole que comenzaría la construcción de “Little Haití” con el objetivo de darle un hogar digno a decenas de familias de refugiados haitianos que actualmente viven dentro de albergues e iglesias.“El jefe de control urbano ya nos había visitado”, comentó Banda. “Nos dijo que el señor presidente municipal nos daba el visto bueno y que ellos nos iban a gestionar todos los permisos y que la licencia de construcción sería gratuita”.
Pero posterior a esto, Protección Civil emitió la recomendación de detener la construcción por el riesgo de inundación, por lo cual el pastor decidió suspender la obra hasta que se aclare la situación “para que el gobierno no diga que desatendimos su llamado”, declaró el padre.Según las palabras de Gustavo Banda, “es ilógico” que Protección Civil decrete como zona de riesgo a ese lugar, porque en las inmediaciones hay otras miles de personas que construyeron ahí sus viviendas desde hace mucho tiempo y a ninguno de ellos se les advirtió que era peligroso.
Además afirmó que en los 40 años que lleva residiendo en esa zona, “jamás ha habido una inundación”, aunque admitió que la villa para los haitianos se ubica en un lugar de difícil acceso por la falta de caminos y vialidades.
“Hasta que tenga el visto bueno, con todo lo que ellos me han pedido, no voy a continuar”, declaró Banda, quien además explicó que en la construcción están participando los propios haitianos para que los gastos sean mucho menores, por lo cual no dejará de insistir en que le den permiso de continuar con la obra, pues cuenta con todos los documentos pertinentes, mismos que llevará a las oficinas de control urbano para que le ofrezcan una solución al problema.El pastor aseguró que la noticia de la suspensión de “Little Haití” provocó una gran decepción entre los haitianos que se quedaron atrapados en Tijuana en su intento por cruzar a los Estados Unidos y conseguir el estatus de refugiados en ese país.“Cada uno de ellos ya sabe cuál es su casa dentro de la villa”, dijo el padre, pero con la recomendación de Protección Civil la construcción podría quedarse sin poder ser utilizada y la crisis de haitianos varados en México seguirá agravándose.
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