Imagen: Mercado Libre / @DavisNava
Si no te han robado el celular, ¿realmente vives en la Ciudad de México? El problema de la inseguridad es tangible en el transporte y en la vía pública y no son pocos los que han experimentado la frustración de que les roben el teléfono que con tanto esfuerzo se acaban de comprar.
Es ante esa crisis que los comerciantes encontraron varias oportunidades de negocio: desde celulares fake hasta teléfonos tan baratos que no duele deshacerse de ellos en caso de emergencia.
Celulares fake
Los teléfonos falsos, también conocidos como “dummies”, ya se venden en las calles a precios que rondan los 50 pesos (unos 2.42 dólares) y en sitios como Mercado Libre o Marketplace en alrededor de 200 pesos (poco menos de 10 dólares). En estos últimos hay opciones que se asemejan a los de marcas como Samsung, Apple o Huawei e incluso hay de colores para escoger.
¿Con qué funciones cuentan los celulares fake? Básicamente, ninguna. Aunque originalmente son fabricados para exhibirse en las tiendas, su parecido con un teléfono real los hace ideales para entregar en caso de un asalto. Si tomamos en cuenta que cualquier smartphone de gama media tiene un precio mínimo de 5,000 pesos mexicanos, entregar un dummy que costó 200 pesos suena a una “inversión” similar a un seguro contra robo que, para muchos, vale la pena hacer.
Por otra parte, también existe el riesgo de que los asaltantes sepan que les estás entregando un teléfono falso, así que procede con cuidado.
Celulares miniatura
Existen teléfonos con las funciones más básicas de llamadas, mensajería y conexión bluetooth. Algunos modelos son tan pequeños como una llave y pueden guardarse fácilmente en el bolsillo, además de que permiten hacer llamadas, enviar mensajes y hasta escuchar música. El diseño suele ser muy parecido a los Nokia de hace 20 años, con botones y una pequeña pantalla en la parte superior.
Mercado Libre
Estos celulares también se encuentran en línea a precios que van de los 200 a los 600 pesos (de 10 a 30 dólares), por lo que existe una alta demanda en ciudades con altos índices de inseguridad en las que permanecer en comunicación es indispensable. La desventaja es que son prácticamente desechables, por lo que no duran tanto como un teléfono “real”.
Y a ti, ¿te han robado un teléfono en el transporte público? ¿Te comprarías un dummy o un teléfono miniatura? ¡Cuéntanos!