Recientemente la NASA dio a conocer uno de sus más recientes hallazgos; Kepler-1649c, un exoplaneta (es decir un planeta fuera de nuestro sistema solar), que se encuentra en una órbita con una distancia parecida a la de la Tierra, de tamaño y temperatura similar. Todos estos factores incrementan considerablemente la posibilidad de que este planeta rocoso pueda albergar agua en estado completamente líquido.
Foto: Wikimedia Commons
Kepler-1649c
Los científicos descubrieron este planeta, llamado Kepler-1649c, al examinar las antiguas observaciones de Kepler, que la agencia retiró en 2018. Mientras que las búsquedas anteriores con un algoritmo informático lo identificaron erróneamente, los investigadores que revisaron los datos de Kepler volvieron a mirar la firma y la reconocieron como un planeta. De todos los exoplanetas encontrados por Kepler, este mundo distante, ubicado a 300 años luz de la Tierra, es más similar al tamaño y la temperatura estimada de la Tierra.
Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misión Científica de la NASA en Washington, Estados Unidos, específico en un comunicado:
«Este intrigante y distante mundo nos da una esperanza aún mayor de que una segunda Tierra se encuentre entre las estrellas, esperando ser encontrada».
«Este intrigante y distante mundo nos da una esperanza aún mayor de que una segunda Tierra se encuentre entre las estrellas, esperando ser encontrada».
La NASA también compartió una ilustración artística sobre la posible apariencia de Kepler-1649c desde su superficie.
Foto: NASA
Telescopio Kepler
El telescopio espacial Kepler, es un instrumento que ha servido para descubrir más de 2 mil 681 exoplanetas en los últimos nueve años y medio, y para encontrar 2 mil 899 candidatos a exoplanetas. Desde el 6 de marzo del 2006, Kepler ha estudiado 530 mil 506 estrellas y cambio la comprensión sobre los sistemas solares de la Vía Láctea.
Este telescopio combinó técnicas para medir el brillo estelar con la cámara digital más grande equipada para las observaciones del espacio exterior en ese momento, que permitieron detectar exoplanetas cuando estos pasaban por delante de sus estrellas y se producían pequeños eclipses que hacían disminuir su brillo.
Foto: NASA
En el año 2018 la NASA anunció el fin de la misión Kepler debido a que el telescopio gastó todo el combustible necesario para su propia operación, tal y como se tenía contemplado. Transiting Exoplanet Survey (TESS), de la NASA, es el proyecto que le está dando continuidad a la misión de Kepler, TESS está especializado en sondear todo el cielo en busca de estrellas cercanas con exoplanetas de periodo corto, situados muy cerca de sus estrellas.
En portada: National Geographic