Las discapacidades humanas pueden tener su lado positivo, los implantes biónicos lograron suplir satisfactoriamente cualquier discapacidad. Los avances tecnológicos consiguieron que se posibilite escuchar y ver o incluso conectar nuestros sentidos directamente a un sistema o una computadora.
El caso de Rob Spence, es uno donde a través de un ojo biónico, puede grabar lo que ve entre parpadeo y parpadeo. Su caso es un ejemplo perfecto de una próxima evolución humana, dónde la tecnología formará parte de nuestros cuerpos. ”Los ojos robóticos son como cualquier otra parte del cuerpo, una ventana al mundo donde miras a la persona de la que te enamoras”, relató a PlayGround desde Canadá.
Después de perder su ojo derecho, Spence no dejó que un parche cubriera el agujero. Colocó una cámara de video inalámbrica dentro de su ojo artificial, después de que cuando era pequeño, tomó una escopeta y disparó a un montón de estiércol, sin tomar en cuenta que al disparar, el arma estaba muy cerca de su ojo lo que le provocó perder la vista progresivamente.
La tecnología concede una visión precaria, a blanco y negro o borrosa, como los drones que captaban videos en la guerra de Irak. Para muchos, Rob es el claro ejemplo de los híbridos que en algún futuro próximo pueden llegar a dominar el mercado de prótesis biónicas para cuerpos humanos. A pesar de que no conectó su ojo artificial a su cerebro, su globo ocular izquierdo se vio afectado, pero tiene visión en ambos orificios visuales.
Entre parpadeos, Rob puede grabar videos a partir de todo lo que ve en su campo de visión, a través de su eyeborg durante 60 minutos.
Asegura que su ojo sólo lo utiliza para entretenerse o trabajar, grabó un mini documental de doce minutos llamado: ‘Deus Ex, The Eeyeborg’. No acostumbra llevar su ojo biónico en lugares públicos debido a la polémica que causó por el disgusto de la gente al saber que estaban siendo grabados. ”El error está en no pensar que es lo mismo que llevar una cámara en tu celular”, afirmó.
Rob asegura que el mayor temor que tiene al portar una pieza biónica como esa es que llevar tecnología en el interior de tu cuerpo, abre la posibilidad de hackeo. ”Alguien puede alterar todo lo que miras, hacerte ver otra realidad diferente y eso, sí que es peligroso”.
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