Estrés. Desesperación. Violencia. Ruido. Automóviles. Contaminación. Ingredientes que se mezclan en un sinfín de variables para llegar a un solo resultado: la experiencia de pasar horas en el tráfico de la Ciudad de México.
Vivimos en una época en la que las distancias poco importan. Ahora, las “horas pico” rigen nuestras vidas. Subirse al metro entre las 7 y 9 de la noche, ni pensarlo; aventurarse a tomar el periférico o cualquiera de las avenidas principales a las 8 de la mañana sin tener que salir con una hora de anticipación es difícil de creer; ir a un restaurante en un día festivo a la hora de la comida, ¿qué necesidad?, mejor ordenar a domicilio.
La ciudad se encuentra atiborrada de gente y eso está claro. Pero, ¿cómo afecta este hecho nuestras vida diaria, cuánto tiempo malgastamos a causa de dicho problema pudiendo invertirlo en actividades más productivas?
EL ESTUDIO DE TOM TOM
De acuerdo con el estudio Índice de Tráfico 2016 publicado por El Financiero y realizado por la empresa Tom Tom (compañía holandesa fabricante de sistemas de navegación para automóviles), los automovilistas de la CDMX suelen invertir un promedio de 242 horas al año en sus traslados; es decir, 57 minutos diarios, lo que se traduce en 10 días malgastados en el tráfico por año. La cifra podría ser equivalente a tus días de vacaciones laborales (si es que te dan vacaciones).
Si la cifra por sí misma aún no te sorprende, tomemos en cuenta que el promedio de vida en México es de 77 años y la edad promedio en la que una persona comienza a manejar es a los 16 años, por tanto, en promedio manejamos a lo largo de 60 años. Este dato nos revela que el tiempo que perdemos en el tráfico es lo equivalente a 50 meses ó 605 días, lo que corresponde a poco más de un año y medio de tu vida desperdiciado en el tráfico.
El cálculo se realizó con base en los 255 días laborales que, en promedio, tiene un año. Sin embargo, si consideramos los días naturales, las horas perdidas aumentan a 346 y a 14 días desperdiciados en los embotellamientos durante un año que, al tomar en cuenta el promedio de vida y la edad a la que se empieza a manejar, se traduciría en 840 días naturales perdidos, equivalente a 70 meses o 2.3 años de tu vida en el tráfico chilango.
El estudio también reveló que los conductores de la capital mexicana suelen pasar un promedio de 59 % del tiempo de viaje adicional retenidos en atascos viales sin importar la hora del día, y hasta un 103 % extra de tiempo en los periodos de horas pico. Los porcentajes se refieren al tiempo extra que provocan los embotellamientos, a eso hay que sumar el tiempo de viaje que tomaría llegar de un punto A al B sin tráfico.
CIUDAD DE MÉXICO, LA MÁS CONGESTIONADA
La compañía Tom Tom analizó datos de 295 ciudades de 38 países del mundo. Con lo que concluyeron que la CDMX es la ciudad con mayor congestionamiento vial de las analizadas
. Bangkok, Estambul, Río de Janeiro y Moscú son las ciudades que le siguen. Con respecto a Norteamérica, detrás de la capital mexicana se encuentran: Los Ángeles, con el 41 % de tiempo extra por los atascos de tráfico; San Francisco (36 %), Vancouver (34 %), Nueva York (33 %), Seattle (31 %), San José (30 %), Honolulu (29 %), Toronto (28 %) y Miami (10 %).
PROBLEMAS Y AFECTACIONES DE VIVIR EN UNA CIUDAD CONGESTIONADA
Es evidente que a nadie le gusta vivir en un lugar con tantos problemas de movilidad debido a la baja calidad de vida que dicho problema provoca.
La calidad de vida se refiere al balance entre trabajo, estrés, descanso y aprovechamiento del tiempo para actividades de esparcimiento. Algo difícil de obtener cuando gran parte del tiempo libre de los ciudadanos se desperdicia en una tarea (moverse de un lado a otro) indispensable en la vida diaria, debido a un sistema de transporte ineficaz y a la falta de infraestructura para hacer eficiente el traslado de la población.
Sin embargo, en México, el problema no radica únicamente en la infraestructura, sino también en la inseguridad y en un crecimiento urbano desmedido y sin planificación.
Más allá de los problemas de vida que provoca el tráfico, a nivel ambiental las afectaciones también son graves, ya que de acuerdo con el programa Calidad del Aire, los vehículos automotores son la principal fuente de contaminación atmosférica.
Si queremos vivir en una ciudad menos congestionada debemos generar conciencia y optar por alternativas sustentables para nuestros traslados; de igual manera, las autoridades deben responsabilizarse y crear un plan urbano de movilidad capaz de atender de manera eficiente y segura la necesidad de los ciudadanos. De seguir por el camino que vamos, los problemas únicamente incrementarán, como lo muestra el “Diagnóstico de la movilidad de las personas en la Ciudad de México”, según el cual, el tráfico no sólo no ha mejorado, sino que se ha empeorado.
*Con información de: El Financiero y Tom Tom