Era 1981. Ronald Reagan era presidente y, así sin más, firmó una norma en la que aseguraba que “ser homosexual era incompatible con el servicio militar”. Reagan decía que los gays eran los culpables de algunos males que se presentaban en el ejército como la insubordinación, la falta de confianza entre compañeros y un sinfín de cosas.
Bill Clinton firmó una ley conocida como “Don’t ask, don’t tell” (No preguntes, no lo cuentes), que prohibía homosexuales en el ejército. Barack Obama, durante su mandato, impulsó una ley en la que a los transexuales no sólo se les aceptaba en el ejército, sino también se les apoyaba con su tratamiento completo. Esta ley entraría en vigor el 1 de julio pasado, pero el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo “no”.
Trump duda que las personas transexuales tengan la capacidad de defender a su país, así que a través del Pentágono, analizarán la situación para, en seis meses, definir si los aceptan o no en el ejército estadounidense.
La política de integración de Barack Obama se pospuso hasta el 1 de enero del 2018. Hasta ese día, el Pentágono tiene prohibido reclutar personas transgénero y, además, harán un estudio para saber si su ingreso puede dañar la efectividad bélica del ejército.
Múltiples cuestionamientos saltan a la luz al hablarse de la integración de transexuales al ejército y todos los hizo públicos el secretario de la Defensa, James Mattis. “¿Afectará a la disposición y letalidad de las fuerzas? ¿Cómo influirá en la capacidad militar de defender la nación?”, cuestionó Mattis. “Desde que estoy en el puesto he enfatizado que el Departamento de Defensa debe medir cada decisión con un estándar crítico”.
La orden de posponer aceptación de los transexuales al ejército no afectará en absoluto a los más de 13 mil que ya forman parte de él, pero sí será un parteaguas para que, quienes son transexuales y quieran enlistarse, mientan para poder ser tomados en cuenta para defender al país.
Pero la administración de Trump no quiere que sus dudas sobre la incapacidad que tienen los transexuales para ser parte del ejército, se base en supuestos. En marzo pasado, un estudio realizado por la Asociación de Médicos de Estados Unidos (JAMA, por sus siglas en inglés), reveló que los médicos del ejército no están capacitados para tratar a los transexuales que forman parte de él.
El estudio, basado en una encuesta a los médicos que integran dicha asociación, detectó que la mayoría de ellos no contaban con el entrenamiento para recetar los tratamientos hormonales necesarios para iniciar la transición de un género a otro, ni tampoco habían recibido algún tipo de preparación en el tratamiento de personas transexuales.
Todo esto sirvió como base para aplazar el reclutamiento de personas transgénero aprobado por Barack Obama, el cual generó una polémica más alrededor del gobierno de Donald Trump. “La decisión tendrá el efecto de que mientan en su intento de ingresar en las fuerzas armadas”, sentenció en un comunicado el centro de estudios sexuales Palm Center.
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