En el marco de la visita de Estado que realizó el presidente Donald Trump a Israel, el mandatario republicano manifestó sus intenciones de consolidar la paz entre Palestina e Israel a toda costa. También señaló que buscará la estabilidad en todo Medio Oriente, dándole prioridad al diálogo sobre todas las cosas y suprimiendo cualquier manifestación extremista y terrorista.
”Nos encontramos ante una oportunidad excepcional para la paz de toda esta región”, declaró al bajar del avión presidencial y dirigirse al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Trump le garantizó al pueblo de Israel que los grupos terroristas y milicias que financia Irán no se impondrán sobre la libertad, ni tampoco su el afán que tienen por desarrollar nuevas armas nucleares.
Acompañado por la primera dama, Melania Trump, el presidente emprendió su segunda etapa de negociaciones entre Palestina e Israel. Respaldado por la consolidación de contratos millonarios suscitados por Arabia Saudita y por el empoderamiento de su mensaje de paz, así como sus intenciones de erradicación del terrorismo en el mundo Islámico, intenta suavizar su situación política interna ante las acusaciones que involucran al FBI y a miembros de su gabinete.Trump pretende lo que sus antecesores no pudieron: determinar una política diplomática sólida para poner fin a un conflicto social tan añejo y lleno de hostilidades que ha manchado a la región de injusticias y muertes innecesarias.
Postura ante Irán
Ante sus anfitriones, Trump resaltó la amenaza que puede llegar a representar Irán para la seguridad nacional, además de mencionar que las elecciones recientes en el Estado Islámico iraní determinarán la postura de occidente y sus aliados en la región con respecto al acuerdo nuclear de Irán. Trump aseguró a Netanyahu que el tratado nuclear de Teherán implementado en 2015 y apoyado por su antecesor Barack Obama tiene los días contados.
Por su parte, el mandatario no ha expuesto ninguna propuesta diplomática con respecto a mediar la situación del tratado nuclear con Irán a su homólogo israelí y hoy en Belém, al líder palestino Mahmud Abbas. El secretario de Estado, Rex Tillerson, declaró a la prensa internacional que los asentamientos judíos y la amenaza del tratado nuclear iraní son factores que han obstaculizado la paz y estabilidad en la región de Oriente Próximo.
Previo a la llegada de la delegación estadounidense, el presidente Netanyahu convocó a su gabinete de seguridad para diseñar un plan de cooperación con EUA concerniente a los asentamientos palestinos en la franja de Gaza y la relación bilateral con el gobierno islámico de Irán, lo que fue aprobado inmediatamente por Trump sin presentar observaciones ni oposiciones.
Colonización judía
Durante las reñidas elecciones del año pasado y tras el triunfo del republicano, el gobierno derechista israelí y el lobby judío estadounidense recibieron la noticias con mucho fervor, pues esperaban que la Casa Blanca aprobara su proyecto de colonización en Cisjordania (una manera que según ellos, es afrontar el conflicto con Palestina) y por otro lado, consolidar un protectorado militar y diplomático en relación a lo que representa Irán en cuestiones regionalistas. Trump pidió a Netanyahu contener el proyecto de expansión.
La promesa de mover la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, prometida al lobby judío en Estados Unidos, ha tenido que ser suspendida debido a las negociaciones paralelas con Palestina. Al parecer, habrá que esperar al discurso final del presidente republicano para saber qué acuerdo tomó con el líder israelí, su homólogo palestino y sobre todo, la postura judío-americano con respecto al tratado nuclear iraní.
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