Los investigadores de la Universidad de Oxford, Samantha Bradshaw y Philip N. Howard publicaron una lista de 28 gobiernos que usan tropas de soldados cibernéticos (bots) para manipular la opinión pública en las redes sociales.
A través del informe titulado “Troops, Troll and Troublemakers: A Global Inventory of Organized Social Media Manipulation”, los autores mostraron cómo los gobiernos, militares y partidos políticos contratan servicios en línea a través del dinero público, para influenciar a usuarios de internet con el objetivo de manipular la opinión de las personas.
Bradshaw, detalló que estos “bots” funcionan a través de cientos de cuentas falsas y fingen ser usuarios reales, pero son usados como un ejército para influir en la vida pública a través de plataformas como Facebook y Twitter, los cuales hoy son los principales medios de comunicación para consumidores jóvenes alrededor del mundo.
Según el estudio, entre los 28 países que usan este tipo de mensajería cibernética se encuentra México, donde la administración federal utilizó estos “bots” para atacar, hostigar y desacreditar frecuentemente a periodistas.
En el particular caso de México, el gobierno utilizó dinero del erario público para comprar un software automatizado que imita el comportamiento de usuarios reales para evitar sospechas, mientras que su programación genera un ataque constante hacia los críticos gubernamentales.
Los investigadores señalaron que durante el presente año, la actual administración gubernamental gastó 600 mil dólares este tipo de propagandas en Internet.
Además, este estudio recopila evidencias cibernéticas del 2010 al 2017, y detalló que el Partido de la Revolución Institucional (PRI), pagó a varios usuarios e influencers de redes sociales para formar parte de su campaña de manipulación mediática durante distintas campañas electorales, entre ellas, los pasados comicios presidenciales.
El caso de México está a la altura de otros países con situaciones políticas de restricción de Internet y constantes conflictos como Corea del Norte, Siria, Vietnam, Rusia, Irán o Ucrania.
Finalmente, Bradshaw indicó que esta práctica y uso de herramientas cibernéticas se vuelve cotidiana entre regímenes autoritarios por distintas motivaciones.
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