El karma se manifestó en las redes sociales, el juzgado público del siglo XXI, tras la muerte de un veterinario que, aparte de curar animales domésticos cazaba especies salvajes como pasatiempo.
La afición del veterinario italiano Luciano Ponzetto –uno de los veterinarios más reconocidos de la comuna de Orio Canavese, provincia turinesa en el Piemonte– se dio a conocer el año pasado, cuando se publicaron y viralizaron en Internet decenas de sus fotografías cazando especies salvajes en regiones europeas y africanas.
Sus imágenes con leones, ciervos, leopardos y aves acompañados de su escopeta recién disparada de inmediato provocaron controversia en redes sociales. En épocas de Greenpeace y defensa de animales, el asesinato o maltrato de animales es severamente enjuiciado.
Los usuarios despreciaron su estilo de vida hipócrita y lleno de contradicciones: no comprendían cómo un hombre cuya profesión consistía en “cuidar y sanar animales”, podía pasar los fines de semana masacrando y disparando a especies salvajes.
Incluso, recibió correos electrónicos con amenazas pero él respondió que no había hecho nada malo, que continuaría con su pasatiempo hasta que las leyes cambiaran.
El pasado martes, fue de a cazar aves salvajes a Val Soana, un poblado en el Piemonte, la región montañosa de Italia. Trepó un acantilado de 30 metros para tener una visión absoluta de sus presas y, de acuerdo a lo informado por medios locales, Ponzetto resbaló en el hielo y cayó al vacío.
Su deceso quedó bajo escrutinio e inició un debate en la red: ¿merecía la muerte por estar acechando en ese preciso momento a una nueva presa?
Cuando se dio a conocer la información, las redes sociales, otra vez, hicieron lo suyo: publicaron mensajes que sentenciaban que se trataba de una intervención divina y condensaron su celebración en el hashtag #Karma. Para otros, “lo que se siembra, se recoge”.
Otros mensajes, los más severos, publicaron nuevamente las fotografías del Ponzetto en su faceta de cazador acompañado de sentencias como: “nunca está bien reírse de un fallecimiento o desear la muerte a alguien, pero…” o “quizás te atormentes en el infierno”.
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