En la columna semanal y con la colaboración de mi gran amigo, Jesús Reyes Ordoñez, queremos compartir con ustedes un poco sobre Jesús Bautista Ortiz, quien con 28 años de edad y originario de la Comunidad de Tumbadero perteneciente al Municipio de Álamo Temapache Veracruz, desde muy pequeño supo de las bondades del campo citrícola, hijo de padres campesinos y actualmente Ingeniero en Sistemas por la Universidad del Valle de Poza Rica, es Presidente Fundador de la organización “Cejitas” y colaborador de diversas asociaciones culturales y educativas; Es así la descripción de este joven que día a día tiene voluntariamente la encomienda de generar una mejor calidad de vida para las personas más vulnerables de este municipio.
Dentro de sus actividades que facilita a la sociedad alamense a través de su organización, es el apoyo al cuidado de las tortugas marinas, el centro de recolección de botellas pet para darle un segundo uso, hasta proyectos para el apoyo en el campo citrícola con el fin de establecer una educación del cuidado y preservación a través de la agricultura orgánica, medio ambiente y las abejas meliponas. El parteaguas con más relevancia, es el banco de alimentos, que tiene un alcance amplio con el objetivo de contribuir a una nutrición adecuada entre las familias más marginadas de esta zona citrícola.
Actualmente, en los pasados días volvió a resonar entre los medios locales y estatales el nombre de Jesús Bautista Ortiz, pero en esta ocasión teniendo otro fin, puesto que a través de una convocatoria que emitió el Instituto de la Juventud Municipal de Álamo Temapache denominado “Álamo su Cultura, Tradiciones y Costumbres”, Jesús se vio congratulado con la premiación en dos de tres distinciones que marcaba la convocatoria, titulando su obra como “El Orgullo de mi Tierra” puesto que en él nos plasma el maravilloso y majestuoso mundo citrícola de la “capital mundial de la naranja” a través de la cosmovisión de vida en la que se enmarca las manos de una persona poseyendo a un nuevo ser, y a su vez iniciando con ello el palpitar del mismo de donde emana la fruta por excelencia y orgullo del municipio que impregna de su enervante perfume de azahares al florecer.
La grandeza de este municipio se ve reflejado en sus mujeres trabajadoras, campesinos, citricultores, ¡en su gente!, que con entusiasmo y esfuerzo hacen de sus hijos grandes hombres y mujeres con identidad, valores y sensibilidad a sus raíces, por ello hoy Jesús Bautista Ortiz es el “Orgullo de su Tierra”.
DARP.
JRO
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*Las columnas de opinión de Cultura Colectiva reflejan sólo el punto de vista del autor.