Por: @andreamuhechg
La segunda tendencia emergente después del declive de ISIS en el Medio Oriente ha sido el aumento del terrorismo de extrema derecha en Occidente. De hecho, 89 de las 108 muertes del año pasado caen dentro de esa categoría.
El aumento de los ataques de extrema derecha nos ha llevado a todos a debatir sobre la naturaleza y el alcance de este fenómeno, ¿será que el terrorismo de extrema derecha es ahora una amenaza mayor en Occidente que el yihadista radical?
Antes que nada, ¿qué es la extrema derecha?
Estamos hablando de una ideología política que se centra en uno o más de los siguientes elementos: nacionalismo racial o excluyente de alguna manera, fascismo, racismo, antisemitismo, antiinmigración, chovinismo, nativismo y xenofobia (IEP, 2020).
Estos grupos tienden a ser autoritarios, a menudo con elementos populistas, y han sido históricamente anticomunistas, aunque esta característica se volvió menos notoria desde el final de la Guerra Fría. Ahora bien, no todas las organizaciones con alguna de las características anteriores deben considerarse como de extrema derecha, y no todos los grupos de extrema derecha son automáticamente violentos o terroristas (hay que tener cuidado con las generalizaciones).
Además de grupos terroristas específicos, como el Ku Klux Klan, el GTI (IEP 2020), clasifica las siguientes ideologías como de extrema derecha:
Extremistas anti-feministas, extremistas anti-inmigrantes, extremistas anti-islam, extremistas anti-LGBT, extremistas antimusulmanes, extremistas antisemitas, extremistas de incel, neofascistas, neonazis, extremistas de derecha nacionalistas, separatistas blancos, y extremistas antiliberales.
¿Y qué es Occidente?
No existe una definición fija, pero el GTI (IEP, 2020), mi fuente principal, cataloga como Occidente para esté análisis Europa occidental, América del Norte y Oceanía.
El terrorismo en las regiones de las que hablo constituye una pequeña fracción del total global. Entre 2002 y 2019, este causó 236,422 muertes en el mundo y solo el 0,51% tuvo lugar en Occidente. Sin embargo, los acontecimientos terroristas en la zona han sido notables porque ocurren casi por completo fuera del contexto de un conflicto o guerra y por ende tienen más cobertura. Fuera de Occidente, más del 95% de las muertes tienen lugar en países involucrados en un conflicto.
Ahora bien, el IEP (2020) divide el fenómeno en tres: terrorismo político, nacionalista o separatista y con motivos religiosos. El de extrema derecha está clasificado como una vertiente del primero. Dentro de la misma línea, el más mortal durante las últimas dos décadas ha sido el religioso, que ha adoptado casi exclusivamente (y equivocadamente) la forma de terrorismo islamista radical ya que los grupos islamistas o los actores solitarios inspirados en los grupos yihadistas han sido responsables de 814 muertes en la zona desde 2002.
Sin embargo, aunque el terrorismo con motivación religiosa ha sido la forma más mortal del fenómeno en la región durante las últimas dos décadas, este no ha sido la más común. Casi todos los años desde el 2002, ha habido más incidentes por motivos políticos que por motivos religiosos. Sin embargo, hasta 2011, estos fueron en su mayoría pequeños ataques sin víctimas mortales.
Entre 2002 y 2011, hubo 142 ataques por motivos políticos en Occidente que resultaron en 18 decesos. Los últimos 5 años, hubo 359 incidentes que resultaron en 190. ¿A quién se le debe ese aumento? A la extrema derecha. Para que te des una idea: en el 2010, sólo se registró un ataque de extrema derecha, en el 2019, 49. La región ha sufrido por lo menos 35 ataques de extrema derecha cada año durante los últimos cinco años y, hoy en día, la proporción de defunciones atribuidas a grupos e individuos con esas ideologías es del 82%.
¿Qué países han sido los más afectados?
Ha habido ataques terroristas de extrema derecha en 15 países de Occidente desde 2002. No obstante, la mayoría de estos ocurren en Estados Unidos. De hecho, ha habido 332 incidentes en la zona desde 2002, y 167 han sido en ese país. Alemania tuvo el segundo mayor número con 48, y después el Reino Unido con 35.
¿Y la extrema izquierda?
Históricamente, la mayoría del terrorismo con motivos políticos en Occidente ha sido llevado a cabo por grupos e individuos de extrema izquierda. Entre 1970 y 1980, el 93% de los ataques y el 58% de las muertes se atribuyeron a esas ideologías. Sin embargo, hubo una disminución significativa en la actividad terrorista de extrema izquierda a mediados de la década de 1980, y aunque ha habido un aumento en los ataques en los últimos cinco años, la mayoría del terrorismo con motivación política en Occidente ahora es de derecha (IEP, 2020).
¿Cuáles son las características del terrorismo de extrema derecha?
Este, como menciono anteriormente, ha sido más letal que el terrorismo de extrema izquierda en las últimas dos décadas, aunque no tanto como el islamista. Los ataques de extrema derecha han causado un promedio de 0,86 muertes por incidente, mucho más que las 0,11 de los de extrema izquierda, pero también menos que las 4,49 por ataques islamistas.
El terrorismo de extrema derecha, por otro lado, es más episódico pero de alta intensidad. De hecho, ha habido cuatro ataques de extrema derecha que han matado a más de 50 personas desde 1970: el bombardeo de la estación de tren de Bolonia en 1980, el bombardeo de Oklahoma City en 1995, lo sucedido en Noruega en 2011 y Christchurch en 2019. No obstante, pesar de la mayor letalidad de los ataques de la extrema derecha en comparación con los de izquierda, la mayoría de los acontecimientos terroristas de todas las ideologías en Occidente no son letales. De los 2.944 sucesos registrados en Occidente desde 2002, más del 92% no dejaron víctimas.
Finalmente, la frecuencia de los ataques terroristas de alta intensidad ha aumentado significativamente en las últimas dos décadas. De los 40 que ha habido en Occidente, 27 ocurrieron desde 2002 (más de la mitad). Esta tendencia resulta especialmente notable para los de extrema derecha ya que seis de los 13 perpetrados por ese grupo ideológico ocurrieron en los últimos cinco años.
¿Qué grupos de extrema derecha existen?
La mayoría de los ataques perpetrados por la extrema derecha (el 60%) son llevados a cabo por lobos solitarios (a diferencia de los de extrema izquierda que sí se atribuyen más a grupos). Este cambio del terrorismo afiliado al no afiliado y la radicalización en línea en lugar de presencial también se ha visto en la mayoría de las otras formas del fenómeno en cuestión.
Ojo, es importante mencionar que lo anterior no significa que los terroristas de extrema derecha no tengan contacto con organizaciones extremistas, o que la radicalización de estos individuos de se produzca completamente de forma aislada. El contacto con personas de ideas afines puede ser un factor importante en el proceso de radicalización y, tradicionalmente, ha sido un fuerte predictor de si una persona participará en actos de violencia o no. Sin embargo, ese contacto se produce cada vez más en línea de forma esporádica y los planes para cometer actos de violencia casi nunca se comparten con otras personas. De hecho, un análisis del IEP (2020) de 31 ataques de extrema derecha entre 2011 y 2018 encontró que menos de una cuarta parte de los perpetradores tenían un contacto con otras personas o grupos de extrema derecha, y más de un tercio parece haber sido radicalizado en línea.
¿Y por qué estamos hablando de una tendencia?
El terrorismo de extrema derecha en Occidente ha incrementado a la par del creciente malestar político, la polarización y el aumento de la popularidad de nuevos movimientos y partidos populistas. Este tipo de terrorismo es una consecuencia de la inestabilidad y los eventos son síntomas de un mal más amplio que potencialmente podría conducir a la aparición de formas más graves de conflicto.
El aumento de la violencia política durante los últimos años ha ido acompañado de un creciente apoyo para su uso. Además, el incremento en la aceptación de la violencia se ha reflejado en discursos uno con más odio que el otro y que polarizan a las sociedades. Aunado a esto, la pandemia ha venido a amplificar todo.
Durante la última década, ha habido una reducción notable en muchos indicadores de Paz Positiva en Occidente, particularmente en Estados Unidos. Occidente, en promedio, experimentó deterioros en los pilares de bajos niveles de corrupción, buen funcionamiento del gobierno, aceptación de los derechos de los demás y distribución equitativa de los recursos. Los deterioros más notorios en indicadores específicos se relacionan con temas de las élites y la hostilidad hacia los extranjeros (IEP, 2020).
Los últimos años, la violencia política en general ha estado en gran medida desorganizada, es decir, los atacantes no están afiliados a grupos terroristas. Sin embargo, no hay garantía de que esta situación permanezca así. Si el deterioro de la Paz Positiva en Occidente continúa sin control, la probabilidad de una intensificación de la violencia organizada aumentará significativamente.
Seguiremos hablando sobre el tema en este espacio.
Gracias al IEP (2020) por siempre brindarnos a los analistas la mejor información. Pueden encontrar el índice completo en https://bit.ly/3mhTVhp
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*Las columnas de opinión de Cultura Colectiva reflejan sólo el punto de vista del autor.