LA COLUMNA ROTA/ VERÓNICA VILLALVAZO (FRIDAGUERRERA)
Lizbeth Mendoza Gómez es recordada por su mamá como una niña tranquila, era seria pero muy amorosa y expresiva, con su mirada le hacía sentir mucha calma, fue su primera hija, una niña muy amada. El pasado 5 de enero estaría cumpliendo 21 años, rodeada del amor de su mamá y de su pequeño.
En el año 2015, Lizbeth contrajo matrimonio con Rubén, se unió en pareja como lo hace cualquier personal que decide formalizar una relación, con el objetivo de compartir un proyecto de vida, sintiéndose segura de la persona que le había demostrado ser, de sus sentimientos por él y siendo correspondida, de su relación nació un pequeño que era todo el mundo de Liz.
Con el paso del tiempo, Rubén se mostró controlador, celoso, problemático, actitudes que laboralmente no le permitían estabilizarse, por lo contrario, era violento, esa violencia arrebato la vida de Liz.
El 7 de julio de 2018, la policía se presentó en casa de Juanita, mamá de Liz, le pedían que fuera por su nieto, de casi dos años, porque estaba llorando mucho y su hija no estaba, Rubén la había llevado a una clínica, según su versión los habían asaltado. El 28 de febrero de 2019, Rubén finalmente fue hallado culpable y sentenciado a 70 años de prisión, quien dejó en la orfandad al pequeño de ambos.
A pesar de que la justicia llegó para Liz, su madre mantiene el crimen de su pequeña como si fuera el primer día. Y la extrañará eternamente.
Carta a mi flaca, Lizbeth.
La Navidad para muchos es sinónimo de esperanza y felicidad. Para mí: son recuerdos, nostalgias y tristeza porque desde tu partida todo cambió; ya no sonrío como antes solía hacerlo, mi vida se apagó tan bruscamente. Ahora solo tu hijo, tus hermanas, y Samanta son las que me hacen seguir luchando en esta vida.
Esta Navidad y Año Nuevo es para mí como cualquier otro día, ya no están tu sonrisa, tu manera tan loca de ver la vida, tus cantos, tus canciones ya jamás volverás a estar en esta vida, feliz. Porque la vida es tan injusta siempre arrebatándonos lo mejor de nuestras vidas.
Navidad sin ti no es Navidad, yo sé que te gustaría mucho que pudiera disfrutar, pero sabes me haces falta, ahora solo tengo una esperanza de que algún día vuelva en otra vida a escuchar tu voz, y el decirme “te amo” como solías hacerlo.
Feliz Navidad y Año Nuevo mi flaca, hasta el cielo. Te ama mamá.
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
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