El 16 de agosto, Tailandia albergó la protesta más grande que han tenido desde el 2014. Este 16 de agosto, más de 10,000 personas marcharon en Bangkok para exigir la democracia (Barron, 2020). ¿Quiénes se encuentran detrás de este movimiento? Los jóvenes.
Las demostraciones, en diferentes niveles y magnitud, llevan más de un mes en macha y han puesto al país de cabeza. Su objetivo es que el gobierno se transforme en otro con una nueva constitución y sin violencia en contra de la oposición. Esta noticia se encuentra en todos los medios internacionales importantes, ya que, hasta hace poco, el tema de pedir reformas a su arraigada monarquía seguía siendo un tabú.
¿Quién es el rey? Su nombre es Maha Vajiralongkorn, asumió el trono en 2016 y ha consolidado el poder económico y militar (cabe mencionar que estamos hablando de un país que también tiene primer ministro, recomiendo a los lectores con dudas sobre el sistema de gobierno ahondar en esa cuestión). En Tailandia, insultar a la familia real de cualquier manera te puede llevar a la cárcel hasta 15 años (Barron, 2020).
Muchos llaman a las protestas las “protestas de Harry Potter” porque, en una en específico, los individuos que marcharon se vistieron de magos que se promulgaban en contra de “ese que no se puede nombrar”.
Para los activistas, la meta más real y alcanzable es hacer de su gobierno uno que responda por los ciudadanos y que también rinda cuentas, y la ideal consiste en alcanzar la democracia algún día.
¿Por qué hay tanto descontento? Por que los derechos básicos de muchos, incluyendo a la comunidad LGBTQ, han sido negados desde siempre y porque viven en un régimen militar que respalda su legitimidad en la corona. La inconformidad en Tailandia no es cosa nueva y eso se puede comprobar con los 12 golpes a partir de que la revolución terminó con la monarquía absoluta en 1932 y en las 20 constituciones a través de los años. Lo especial de las últimas protestas y de la del día 16 es que, además de la magnitud y ruptura de tabúes que representan, estas se remontan al mes de febrero (se detuvieron en cierto modo por el COVID-19) cuando el partido progresista (extremadamente popular) fue disuelto (Barron, 2020).
Hasta el día de hoy, el gobierno ha cuidado mucho sus respuestas ante los sucesos ya que, entre más duren, menos popularidad le queda tanto al monarca como al Primer Ministro, Mr. Prayuth. Estas se han limitado (según la información que nos llega a los medios), a críticas hacia los sentimientos anti-monarquía, a discusiones en foros con estudiantes, y a un número de activistas detenidos. Sin embargo, los expertos dicen que esta manera de hacer las cosas llevará, eventualmente, a protestas de mayor escala.
¿Y por qué te importa lo que sucede en Tailandia? Porque la comunidad mundial de ahora, a la que cada ser humano del planeta pertenece, no es una comunidad de individuos silenciosos, sino una que logró que el 2019 fuera el año de la protesta (IEP 2020) y que, con cada reducción de medidas contra la pandemia, sale a las calles a exigir lo que le corresponde. Porque, si el “ideal” es la democracia y sobre todo la igualdad de derechos, pienses en esos jóvenes vestidos de Harry Potter, te cuestiones sobre tu propio sistema, y te conviertas en un mago en tu entorno si de ti nace hacerlo.
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