Los líderes populistas e irresponsables comienzan a pasarle la factura a su población con miles de muertos, contagiados y una población completamente abandonada a su suerte.
Como muestra tenemos a Brasil que se convirtió en el tercer país más afectado por el nuevo coronavirus, tras superar a Reino Unido y la tendencia es que los números de contagiados y muertos continúe creciendo exponencialmente hasta julio.
Los expertos de la salud advierten que el número total de infecciones confirmadas podría ser mucho más alto que las cifras oficiales, debido a la falta de pruebas realizadas a la población. ¿Por qué los arrogantes no entendieron que la masificación de pruebas era crucial?
Jair Bolsonaro, como Donald Trump y otros lerdos, hablaba públicamente de curas milagrosas y próximos tratamientos lo que provocó que la población tuviera un relajamiento y confianza total de cara a la pandemia. Ahí tenemos los resultados.
Que éstas y otras lecciones nos sirvan para tomar todas las medidas y las precauciones necesarias de cara a la reapertura de la economía y evitar una segunda y más letal ola de contagios.
POBREZA EXTREMA
Cifras muy desalentadoras fueron dadas a conocer por el Banco Mundial, de acuerdo con el organismo internacional, 60 millones de personas se unirán a las filas de la pobreza extrema como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Los países más pobres enfrentan pérdidas críticas por la caída de las remesas y del turismo. El tema de las remesas es crucial para los países receptores, son millones de familias que su sustento es exclusivamente por remesas.
México es el tercer receptor de estos flujos en el mundo, sólo por debajo de India y China. Por la perdidas de empleo la caída de las remesas en 2020 se espera sea superior al 20 por ciento.
El futuro económico se vislumbra sombrío aunque algunos quieran convencernos que todo va viento en pompa y estemos próximos al Edén.
INVISIBILIZAR ES VIOLENCIA
Hace menos de tres meses las mujeres mexicanas marcamos la agenda nacional e internacional con las protestas contra la violencia de género y el movimiento de un día sin nosotras, logramos la atención que necesitamos en nuestra lucha…pero ahí quedó. El coronavirus cambió el panorama y la agenda feminista salió del debate nacional.
Es francamente indignante que mientras miles de mujeres en confinamiento son golpeadas, maltratadas verbal y psicológicamente y violadas, nuestro presidente se atreva a declarar que “No precisamente por el retiro a las casas ha habido más violencia. Eso puede ser que suceda en otros países, pero la familia mexicana es distinta. Nosotros estamos acostumbrados los mexicanos a convivir, a estar juntos”.
¿Acostumbrados a convivir? ¿De qué país habla? Somos la nación más feminicida y misógina de toda América Latina con una cultura de machitos mexicanos que creen que la mujer esta para servirle y atenderle. ¡Qué vergüenza que quien tiene que protegernos niegue lo evidente!
Para el presidente López Obrador la familia mexicana “es fraterna”, espera que sus deseos se conviertan en realidad, que de tanto repetirlo nos convenza de otra realidad.
México es uno de los países más violentos del mundo contra la población vulnerable (mujeres y niños) y estamos en los primeros sitios de producción de pornografía infantil y ¿somos fraternos?
Como apunte al calce, la Red Nacional de Refugios A.C. señaló que los dos primeros meses de confinamiento se atendieron en sus centros de atención a 6978 mujeres, lo que representa un incremento de 77 por ciento comparado con el mismo periodo de 2019.
Declaraciones tan desafortunadas que son el tiro de gracia para esas miles de mujeres que sobreviven en un infierno, abandonadas por todos.