Por: @guerrerochipres
Imagina que encuentras a una persona amable, detallista, que cumple tus expectativas de pareja. Te enamoras y decides vivir en pareja. Pero, con el tiempo, todo cambia. Comienza a controlarte, luego a gritarte o a insultarte. Un día te golpea. Y cuando intentas dejarlo, te amenaza a ti o a tu familia. Entonces, quien tú elegiste como compañero de vida, se convierte en tu peor enemigo.
Para quienes no hemos sido víctimas de violencia familiar a veces nos es muy fácil decir: ¿Por qué las mujeres no denuncian? ¿Por qué lo aguantan? Este 25 de noviembre es Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, buena oportunidad para visibilizar que la violencia es una problemática muy compleja y multifactorial. Las razones por las cuales una persona no denuncia también son múltiples.
Del 1 de enero al 24 de noviembre de este año, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México hemos atendido a 2 mil 515 mujeres que han sufrido algún tipo de maltrato en el hogar, en la Línea Mujer y Familia o en nuestro Chat de Confianza de WhatsApp 55 5533-5533, que funciona 24/7 con servicio gratuito en donde quiera que estés.
Ahí, las mujeres nos han confesado las razones por las cuáles no se han decidido a denunciar: el 17% siente temor de que su agresor tome represalias o han sido amenazadas. El 13% reconoce que aún tiene un apego emocional con su pareja o depende de él económicamente de alguna forma y un porcentaje igual en algún momento intentó alguna vez iniciar una denuncia, pero lo abandonó por falta de conocimiento del proceso o porque no pudo darle seguimiento.
También detectamos razones familiares. Aún en pleno siglo 21 hay padres, madres, hermanos o tíos que justifican la violencia. Nuestro mensaje para todas las mujeres que estén pasando por esto es: no están solas.
Hay una red de apoyo que trabaja día a día para apoyarlas. En el Consejo Ciudadano les damos atención jurídica y psicológica gratis. Si ya decidieron iniciar una denuncia contra el agresor, las acompañamos en todo el camino y les explicamos qué hacer. Si no, podemos canalizarlas con las Lunas de Secretaría de las Mujeres, que son centros especializados y cuentan con refugios o casas de emergencia.
También podemos darles terapia presencial o por video. El objetivo es, primero, ofrecerles contención emocional, justo para que puedan controlar el miedo, y después empoderarlas y darles herramientas para que sepan que pueden y deben vivir libres y seguras.
Como sociedad, familias, amigas, amigos, vecinos o conocidos de las víctimas también podemos ayudar. Compartamos la información de las instituciones que apoyan. Seamos más sensibles y escuchemos qué necesitan, qué las detiene y qué las impulsa. Podemos ser parte de esa red de apoyo y ayudarlas a recuperar su vida.
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*Las columnas de opinión de Cultura Colectiva reflejan sólo el punto de vista del autor.