Por: @andreamuhechg
Donald Trump mencionó a los Proud Boys durante el debate presidencial de la semana pasada, diciéndoles que “esperaran” o “stand by”. Del otro lado, los miembros del grupo extremista de derecha apenas pudieron contener su entusiasmo y aunque el presidente ya se retractó del comentario, este queda grabado e importa.
La respuesta en línea de Proud Boys, cuya retórica misógina, antisemita, islamofóbica, transfóbica y antiinmigración a menudo se combina con la violencia dirigida a los manifestantes de izquierda fue inmediata. Después del debate, el líder del grupo declaró su lealtad a Trump publicando en redes: “¡ese es mi presidente!”, “esperando señor”.
¿Qué tengo que saber sobre los Proud Boys?
Establecidos en las elecciones del 2016 (cuando ganó Trump) por el cofundador de VICE Media, Gavin McInnes, los Proud Boys se describen a sí mismos como “chovinistas occidentales” (los chovinistas tienen la creencia de que lo propio del país o región que pertenecen es mejor o superior) y algo muy curioso es que niegan rotundamente cualquier conexión con la extrema derecha cuando acciones como las siguientes desmienten su rechazo a esas inclinaciones:
Por otro lado, miembros de la llamada “derecha alternativa” han argumentado que la etiqueta de “chovinista occidental” es solo un “término de relaciones públicas” que McInnes diseñó para ganar la aceptación general. De hecho, el propio McInnes tiene vínculos con la derecha extrema y participa activamente en sitios de odio como VDare.com y American Renaissance, que publican el trabajo de supremacistas blancos y los llamados “realistas raciales”. Además, este utilizó la revista Taki’s Magazine (de extrema derecha), para anunciar la fundación de Proud Boys en su momento. Según el SPCL (2020) lo de McInnes es un juego engañoso: rechaza el nacionalismo blanco y, en particular, el término “alt-right” mientras defiende algunos de sus principios centrales.
Algunas frases de McInnes (SPLC 2020):
¿Cómo te vuelves un Proud Boy?
Cualquier hombre, sin importar su raza u orientación sexual, puede unirse a la organización siempre que “reconozca que los hombres blancos no son el problema”. Las mujeres, por otro lado, tienen su propio contingente llamado Proud Boys ’Girls.
Ahora bien, hay tres grados de membresía dentro del grupo. Para estar en el primer grado, un miembro potencial simplemente tiene que declarar “soy un chovinista occidental, y me niego a disculparme por crear el mundo moderno”. Para entrar en segundo grado, el individuo tiene que aguantar ser golpeado hasta que pueda gritar los nombres de cinco cereales (para demostrar “control de adrenalina”) y renunciar a la masturbación porque, en teoría, esta los hace propensos a querer salir a conocer más mujeres. Quienes ingresan al tercer grado, se hacen el tatuaje de Proud Boys. Otras formas de identificar a un miembro del grupo es que estos suelen usar playeras polo negras con amarillo de la marca Fred Perry (SPLC 2020).
¿Qué tienen que ver con Trump?
Además de los puntos de vista, que las elecciones del 2016 fueron el nacimiento de los Proud Boys. Por otro lado, una gorra roja que dice MAGA (make America great again) como la que usa Trump está casi siempre igual de presente en sus reuniones que sus polos de Fred Perry. Adicionalmente, una de sus primeras salidas públicas fue en una exhibición de arte pro-Trump, llamada #DaddyWillSaveUS (SPLC 2020).
La postura pro-occidental de los Proud Boys les permite posicionarse, contrariamente a la intuición, como una fuerza social tolerante y progresista. De esa manera, su ideología es similar a la de muchos grupos europeos de extrema derecha, como el Frente Nacional Francés y el Partido Danés por la Libertad, que impulsan políticas antiinmigrantes al mismo tiempo que se tratan de distanciar de los racistas abiertos (como Trump). Según los expertos, la aceptación simultánea de la intolerancia y la inclusión no es solo una estrategia retórica sino también política.
¿Y han llegado a manifestar violencia física?
Un miembro de Proud Boys, Kyle Chapman, anunció que se está formando un nuevo “brazo de defensa táctica” con la “total aprobación” de McInnes. Este se llama Fraternal Order of Alt-Knights (FOAK) y es su ala paramilitar que se posiciona como una organización defensiva formada para proteger a los activistas de derecha en manifestaciones políticas (Chapman, quien tiene un extenso historial criminal, se hizo famoso cuando fue fotografiado golpeando a un contra manifestante en la cabeza con un palo en un mitin pro-Trump).
Chapman ha estado haciendo rondas de manifestaciones de extrema derecha en todo EEUU, haciendo poco para crear una distancia entre los Proud Boys y el nacionalismo blanco. El centro de estas manifestaciones es que los blancos están siendo víctimas de un genocidio: “no tengo miedo de hablar sobre las atrocidades que enfrentan los blancos y las personas de ascendencia europea no solo aquí en este país, sino en las naciones occidentales de todo el mundo”. Por otra parte, Chapman anima abiertamente a sus compañeros Proud Boys y otros de extrema derecha a “sacrificarse” por sus creencias: “también tendrás que darte cuenta de que es posible que tengas que sangrar para que esto continúe” “quizás tengas que pasar algún tiempo en la cárcel y es muy posible que tengas que morir” (SPLC 2020). Si me sigues leyendo ¿no te recuerdan esas palabras a las de un terrorista?
Entonces, ¿los Proud Boys son extremistas de derecha?
Si les crees a lo que sale de su boca y promulgan hasta el cansancio, no. Si escuchas al presidente sin cuestionarlo cuando dice que la extrema derecha no es problema, tampoco. Si echas un vistazo a los hechos, sí. Además lo hacen tan inteligentemente que pasan desapercibidos en un sinnúmero de ocasiones (lo que es justo su objetivo para posicionarse y me atrevería a decir que para radicalizar a más personas).
Recordemos que hay muchas corrientes diferentes que caben dentro de la extrema derecha, un número grande de grupos además de los Proud Boys, y que lo más incorrecto que se puede hacer con cualquier tema es generalizar. Sin embargo, estamos hablando de individuos que cumplen con todos los elementos de lo que constituye a un supremacista blanco (una de las varias sub divisiones de los extremistas de derecha).
Ahora bien, Donald Trump mencionó a los Proud Boys durante el debate presidencial de la semana pasada, diciéndoles que “esperaran” o “stand by”. Del otro lado, los miembros del grupo apenas pudieron contener su entusiasmo y aunque el presidente ya se retractó del comentario, este queda grabado e importa existan vínculos reales con ellos o no.
El comentario importa porque los Proud Boys son uno de los muchos grupos que, si no se atacan, pueden causar una verdadera amenaza contra la seguridad de ese país (o de cualquier otro). Una amenaza en términos de crecientes actitudes prejuiciosas, actos prejuiciosos, discriminación, violencia o en sus consecuencias más extremas terrorismo o genocidio porque aunque no todos los extremistas sean violentos, muchos sí lo son. Según la Liga Antidifamación (2020), en 2016, el extremismo de derecha representaba el 20% de las muertes relacionadas con el terrorismo en EEUU. Para 2018, esa cifra había aumentado al 98%, y el 2019 marcó el año más mortal de la violencia supremacista blanca.
Independientemente de la postura política que tengas, que Trump los haya mencionado así en el debate, es un acto más en la acumulación existente de acciones y declaraciones de odio. Un acto que les permite a ese y otros grupos de extremistas seguir creciendo y generando más sentimientos negativos en el país. Un acto que, sin duda, hay que tomar en cuenta.
Andrea Muhech, internacionalista
*Las columnas de opinión de Cultura Colectiva reflejan sólo el punto de vista del autor.