Le entré a Roland Garros gracias a uno de los mejores tenistas del mundo: Rafael Nadal, aunque no seré hipócrita, mi favorito de la vida siempre ha sido David Ferrer. Con todo y eso, lo que Nadal hace sobre la tierra batida parisina es de otro mundo.
Esa misma tierra fue la que la mexicana Renata Zarazúa pisó recientemente y en la que comenzó a escribir su propia historia con letras doradas.
Derrotó a la chilena Daniela Seguel en la última ronda de la fase clasificatoria a este Grand Slam por un doble 6-3 y yo no me lo podía creer. México tampoco.
No teníamos a una mexicana disputando el Roland Garros desde 1961 cuando Yola Ramírez nos representó, y ver la sonrisa de una chica de 22 años al saberse clasificada, me maravilló.
Después de vencer a la francesa Elsa Jacquemot en la primera ronda, por parciales de 6-1 y 6-2, enfrentaría a Elina Svitólina.
El enfrentamiento sería el 30 de septiembre. Renata tenía la fecha marcada en el calendario. Los motivos eran dos: su cumpleaños número 23 y el día en que chocaría ante una de las mejores sembradas de la competencia.
Roland Garros recibía a la mexicana con los brazos abiertos y aunque dio una de sus mejores actuaciones en su carrera, no pudo con la ucraniana, quien la venció por 6-3, 0-6 y 6-2.
Tras el duelo, los encabezados me llamaban la atención: “El sueño acaba para Renata”; “Renata culmina su camino”; “No hay más para Renata”… ¿Pooor? Yo lo pensaba y me preguntaba ‘¿cómo es posible que alguien piense que este sueño ya se terminó?’.
Entiendo que se refieren al término de su participación en Roland Garros, pero creo que podríamos ser todavía más positivos con ese tipo de encabezados. El sueño de Renata apenas va comenzando.
Pisar la arcilla en la que se han coronado tenistas históricas como Serena Williams, María Sharapova, Na Li, Svetlana Kuznetzova, Justine Henin, Steffi Graf o Arantxa Sánchez Vicario, supone un gran logro para Renata Zarazúa que a sus 23 años y además recién cumplidos, inició un sueño con el que también nos ilusionamos nosotros.
La mexicana se ha puesto no sólo en la mira del mundo, sino también en el mapa de muchas niñas y adolescentes que pretenden seguir su camino y que, sin afán de inflar sin argumentos, puede ser el parteaguas de una nueva generación de tenistas que como ella, representen pronto a México en la rama femenil de otro Grand Slam.
Renata ya inició el camino y no, su sueño no se acabó, su sueño recién va comenzando.
*Las columnas de opinión de Cultura Colectiva reflejan sólo el punto de vista del autor.
** Laura Corona Almaraz es Editora en Jefe de Cultura Colectiva News. Egresada de Comunicación por la FES Acatlán, UNAM, ha sido periodista deportiva desde 2003 laborando para distintos medios como reportera, productora y locutora en Televisa Radio, Acir Deportes y DiloFutbol.